Según Juan José Díaz Franco, no podemos dejar de reconocer la presencia de intensos movimientos pasionales en el carácter de Jesús diseminados por los Evangelios y que dejan ver, tanto su ternura o su compasión, como su indignación o su llanto. Era verdadero Dios, pero también verdadero hombre. De su humanidad y de sus sentimientos nos queda el recuerdo de muchos pasajes. Este programa se centra en el sentido del humor de Jesús.