Le doy muchísimas gracias a Dios porque veo que ahora, incluso durante estos ocho años en los que aparentemente ante el mundo era una inutilidad, es cuando mi vida ha tenido más sentido.' Con estas palabras resume Lourdes su experiencia de una enfermedad que la impedía moverse, su cuello no sostenía la cabeza, no podía tragar, necesitada de ayuda para todo, y sin embargo, encontró la paz y la alegría al experimentar la cercanía de Jesús que iba a ella en unas pequeñísimas partículas de la Sagrada Comunión. Un día experimento la sanación, aunque su 'mayor felicidad y su mayor tesoro, porque Él lo puede todo, para Él nada hay imposible', es saber que Dios te ama y te cuida. Cesar Cid y su equipo, ayudan a muchos enfermos a encontrar un sentido a su sufrimiento, orando con ellos descubren el poder sanador de la oración. Nos acercan algunos testimonios de estos enfermos y como para ellos es una gracia compartir su tiempo con los que sufren.