Continuamos con la meditación de la semana pasada, que corresponde a la del 12 de febrero de 1938, y de título "El mayor consuelo es no tener ninguno". Consuelo extraño este del sufrimiento, y del sufrimiento en la soledad, pero sabiendo que se hace por Cristo, y cumpliendo la Voluntad de Dios. Es un ansia de morir olvidado de los hombres. Es un no querer nada fuera de Dios. Es ser indiferente a todo, lo único que busca es amar a Dios, y humillaciones cuando viene la tentación, besando la sangre de los pies del crucifijo
Seguimos, en la segunda parte, con esta meditación del 12 de febrero. Sencillez en la vida oculta de los trapenses. Soledad para tratar sus secretos con Dios. Obediencia con prontitud, incluso, ser tratado como loco, como lo fue el Señor.
Como siempre, termina hablando con La Virgen, deseando morirse para poder ver a La Señora, haciendo profesión perpetua.
Vamos terminando el programa leyendo la meditación del 13 de febrero de 1938 de título "Vivir junto a Tu Cruz".