En esta ocasión, el P. José Antonio Medina, nos habla del ansia que tiene el hombre actual de Dios. Ya en el libro de Amos 8,11, el profeta anunciaba tiempos futuros en los que en la Tierra habría mucha hambre y sed. Ese tiempo ya ha llegado, pero no con hambre y sed de pan y de agua, sino del Dios mismo. Es una sed que ha puesto, en nuestras almas, Dios mismo, y que en la actualidad se está viendo con una claridad absoluta.