No me apartes de Tí

Solo Dios: el hermano Rafael 14/02/22

Continuamos con la meditación del 13 de febrero de 1938, titulada "Vivir junto a tu Cruz", En esta ocasión podemos ver la situación del Hno. Rafael en su enfermedad y dolor, pero siempre confiado en Dios, porque en reiteradas ocasiones repite "No permitas, Señor, que me aparte de Ti". Expresión que cada sacerdote repite antes de su comunión: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo, diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal. Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti.” Que no nos apartemos de la Cruz de Cristo y de la nuestra, que sintamos que ese sea nuestro sitio, porque allí nuestro dolor debería convertirse en amor. En la segunda parte del programa seguimos analizando esta preciosa meditación. El Hno. Rafael nos sugiere que cuando nos venga una Cruz, busquemos un crucifijo para que, viendo la imagen de Cristo, podamos aprender a estar abrazados a la Cruz. Termina la meditación con una invocación a la Señora de Los Dolores. Pasamos, al final, a la lectura de la carta del 14 de febrero de 1938, dirigida a su padre. En ella le cuenta como sigue su enfermedad y lo bien que le tratan en la Trapa. Terminamos con la oración del Hno. Rafael de título “Señor, que quieres de mi”

Solo Dios: el hermano Rafael 14/02/22

Continuamos con la meditación del 13 de febrero de 1938, titulada "Vivir junto a tu Cruz", En esta ocasión podemos ver la situación del Hno. Rafael en su enfermedad y dolor, pero siempre confiado en Dios, porque en reiteradas ocasiones repite "No permitas, Señor, que me aparte de Ti". Expresión que cada sacerdote repite antes de su comunión: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo, diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal. Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti.” Que no nos apartemos de la Cruz de Cristo y de la nuestra, que sintamos que ese sea nuestro sitio, porque allí nuestro dolor debería convertirse en amor. En la segunda parte del programa seguimos analizando esta preciosa meditación. El Hno. Rafael nos sugiere que cuando nos venga una Cruz, busquemos un crucifijo para que, viendo la imagen de Cristo, podamos aprender a estar abrazados a la Cruz. Termina la meditación con una invocación a la Señora de Los Dolores. Pasamos, al final, a la lectura de la carta del 14 de febrero de 1938, dirigida a su padre. En ella le cuenta como sigue su enfermedad y lo bien que le tratan en la Trapa. Terminamos con la oración del Hno. Rafael de título “Señor, que quieres de mi”