Terminaremos hoy el comentario de la carta del 25 de septiembre de 1937 que ya hemos comentado en programas anteriores. Muy importante es hacerse la siguiente pregunta ¿Por qué lloramos? Que sea porque no amamos suficiente a Jesús y por nuestros olvidos de acudir a la Virgen como intercesora. Si somos capaces de esto la espera se nos hará muy dulce y nuestro llanto tendrá sentido, porque “Solo Dios” nos llena.
En la segunda parte comenzaremos la lectura de la carta a su tío Leopoldo, con fecha 26 de septiembre de 1937. Importante destacar las ansias de vida eterna del corazón de Rafael que gime ante el ejemplo de Cristo que ama aunque los hombres le desprecien y olviden, pero todo se olvida mirando a Jesús. Hagamos penitencia por esos hombres que no conocen la dulzura del amor de Dios.
¿Por qué lloramos?
Terminaremos hoy el comentario de la carta del 25 de septiembre de 1937 que ya hemos comentado en programas anteriores. Muy importante es hacerse la siguiente pregunta ¿Por qué lloramos? Que sea porque no amamos suficiente a Jesús y por nuestros olvidos de acudir a la Virgen como intercesora. Si somos capaces de esto la espera se nos hará muy dulce y nuestro llanto tendrá sentido, porque “Solo Dios” nos llena.
En la segunda parte comenzaremos la lectura de la carta a su tío Leopoldo, con fecha 26 de septiembre de 1937. Importante destacar las ansias de vida eterna del corazón de Rafael que gime ante el ejemplo de Cristo que ama aunque los hombres le desprecien y olviden, pero todo se olvida mirando a Jesús. Hagamos penitencia por esos hombres que no conocen la dulzura del amor de Dios.
