«Encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lc 2,12)

“Tu pequeñez no me asusta, tus fragilidades no me inquietan. Me hice pequeño por ti”.

La voz del director

Por:
P. Luis Fernando de Prada
24-12-2022

En la pasada Navidad (24-12-21) el Papa Francisco reflexionaba sobre el contraste entre el mensaje del ángel a los pastores, anunciando el nacimiento del Salvador, el Mesías y Señor, y la señal que les daba para hallar a ese Dios que ha venido a la tierra: «Encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lc 2,11). Comentaba el Papa que el Señor quería enseñarnos el camino de la pequeñez: «Dios no cabalga en la grandeza, sino que desciende en la pequeñez. La pequeñez es el camino que eligió para llegar a nosotros, para tocarnos el corazón, para salvarnos y reconducirnos hacia lo que es realmente importante».

Por ello, señalaba el Romano Pontífice, debemos aprender a ver a Dios en las cosas pequeñas y cotidianas de nuestra vida; más aún, en nuestra propia pequeñez:

«Si, como en Belén, la oscuridad de la noche te rodea, si adviertes a tu alrededor una fría indiferencia, si las heridas que llevas dentro te gritan: “Cuentas poco, no vales nada, nunca serás amado como anhelas”, esta noche, si percibes esto, Dios responde y te dice: “Te amo tal como eres. Tu pequeñez no me asusta, tus fragilidades no me inquietan. Me hice pequeño por ti. Para ser tu Dios me convertí en tu hermano. Hermano amado, hermana amada, no me tengas miedo, vuelve a encontrar tu grandeza en mí. Estoy aquí para ti y sólo te pido que confíes en mí y me abras el corazón”».

Acoger la pequeñez, añadía el Papa, significa también abrazar a Jesús en los pequeños y pobres de hoy, los que más se parecen al Niño que nació pobre.

Confiar en el Señor desde nuestra debilidad y acoger a los necesitados de nuestro mundo: dos claves para vivir la Navidad y el Año Nuevo con la alegría de sabernos amados incondicionalmente por Dios y de experimentar que «hay más felicidad en dar que en recibir» (Hch 20,35).

En Radio María queremos llevar esta alegría a todos los hombres, en un contexto de fuertes tensiones, conflictos y crisis. Es verdad que “la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió”; que el Verbo “vino a su casa, y los suyos no lo recibieron”; pero nada impidió, ni podrá acallar nunca, la Buena Noticia, la mejor noticia: “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1,14). Es la noticia que, con tu ayuda, Radio María proclamará, un año más, con alegría y esperanza.

¡Santa y feliz Navidad y Año Nuevo!

Firma del Director

La voz del director

Por:
P. Luis Fernando de Prada