Presentamos el segundo y último capítulo de Santa Juana de Arco. Juana empieza a liderar las tropas francesas con grandes éxitos, la misión que Dios le encomendó era liberar a Francia de los ingleses y la coronación de Carlos VII. A su pesar no regresó a casa y siguió en la corte y en las milicias. El triunfo de Juana provocó grandes envidias entre los cercanos al Rey, éste siendo débil de carácter y manipulable, se dejó influir. En una de las batallas cayó en manos de los ingleses, pasando un gran suplicio. Fue juzgada por herejía, el motivo principal fue travestismo, vestirse de hombre, en un juicio injusto y manipulado. Fue condenada a morir en la hoguera. Años después se reconoció la grandeza y santidad de Juana.