Dichosos los mansos porque heredarán la tierra. El Papa Francisco dedicó una serie de catequesis a hablar sobre las Bienaventuranzas, que son el camino del cristiano, son el distintivo del cristiano. La mansedumbre de Cristo está relacionada con la tercera Bienaventuranza, que dice: “bienaventurados los mansos porque ellos heredarán la tierra” (Mt 5, 4). Dice el Papa Francisco: el término “manso” usado aquí significa literalmente dulce, suave, gentil, no violento. La mansedumbre se manifiesta en los momentos de conflicto, se puede ver por la forma en que se reacciona a una situación hostil. Cualquiera puede parecer manso cuando todo está tranquilo, pero ¿cómo reacciona “bajo presión” si es atacado, ofendido o agredido? En un pasaje, San Pablo recuerda «la mansedumbre y la dulzura de Cristo» (2Cor 10, 1). Y San Pedro, a su vez, recuerda la actitud de Jesús en la Pasión: no respondió ni amenazó, porque «se confió al que juzga con justicia» (1P 2, 23). Y la mansedumbre de Jesús se ve con fuerza en su Pasión. (Miércoles, 19 de febrero de 2020)