Dios no te quiere grande. Te quiere creciendo. Dios no te pide cosas imposibles. Imposible es que hoy seas ya santo. Lo que él te va a pedir es que hoy seas un poco más santo que ayer, y mañana que hoy… Aaaaah, entonces sí. Eso es. Se trata de crecer. De nunca dejar de crecer. Y de dar fruto. Con dos parábolas de Jesús esto va a quedar claro. Al Lío!