Nos metemos de lleno en el estudio de la quinta Admonición de San Francisco titulada “Nadie se enorgullezca, sino gloríese en la cruz de Cristo”. San Francisco explica a los hermanos menores (franciscanos) y, por ende, a todos los cristianos que sólo desde la entrega que supone la cruz de Cristo es cómo todo tiene sentido. Así también nosotros debemos actuar, no desde nosotros sino desde el “sí” incondicional que damos al Señor. Santa Clara acompaña a San Francisco en San Damián cuando éste compone el Cántico de las Criaturas, uno de los escritos más importantes del Santo. Aunque más adelante entremos en el estudio de esta preciosa oración de alabanza ahora resaltamos cómo ambos están unidos espiritualmente en todos los momentos importantes.