Terminamos el capítulo X de la Primera Regla de San Francisco titulado Los hermanos enfermos. Después de saber lo que deben hacer los hermanos con los enfermos y la disposición de estos últimos Francisco habla de la aceptación de la enfermedad y de los peligros que nos puede acarrear ésta como cuidar más los aspectos corporales que el seguimiento al Señor. La tercera testigo del Proceso de Canonización de Santa Clara nos cuenta cuando la Beata Hortolana (madre de Santa Clara), embarazada de ella, tuvo una revelación en sueños donde entendía que su hija sería luz para alumbrar a muchos. Además, Sor Felipa habla de una visión espiritual de la Santa que bebía el agua que San Francisco le ofrecía de su pecho como si fuera un dulce manjar tras subir por unas escaleras sin esfuerzo alguno.