La carta a un Ministro de San Francisco de Asís tiene como hilo conductor el tema de la misericordia. Ante un hermano servidor de la fraternidad (ministro) que se siente angustiado ante un problema Francisco convierte el problema en reto y la metodología será siempre la misericordia. Santa Clara en la tercera Carta a Santa Inés de Praga le hace ver que el alma que es fiel contiene por completo a Dios.
Comenzamos la Carta de San Francisco de Asís a un Ministro, es decir, a un hermano que tiene un ministerio para bien de los hermanos. En los primeros versículos Francisco define como gracia aquellas dificultades que la misma vida te da. Clara de Asís en su tercera carta invita a Santa Inés de Praga a permanecer en Jesucristo, amarlo y apegarse a la Santísima Virgen María.
Concluimos la carta a los Custodios de San Francisco de Asís donde pide encarecidamente a los hermanos que guarden las palabras y nombres que contengan el Cuerpo del Señor así como adoren el Sagrado Misterio donde el mismo Señor se nos hace alimento. Clara de Asís nos muestra los versículos más interesantes de la tercera Carta A Santa Inés de Praga exhortándola a la alegría en el Señor y se asome al espejo de la eternidad.
Francisco de Asís nos muestra el principio de la Carta a los custodios, los superiores de la Orden de los Hermanos Menores (1220) mostrando temas de preocupación como la Eucaristía y el seguimiento al Señor. Clara de Asís, por su parte nos desentraña unos versículos de su tercera carta a Inés de Praga donde se alegra en el Señor por el seguimiento de dicha hermana y la considera cooperadora del Señor y sostenedora de los los miembros vacilante de la Iglesia.
Francisco, tomando para sí la experiencia que ha tenido con el Sultán, pide a los podestá que amen al Señor sin titubeos y les propone que en sus localidades pongan una señal para que los ciudadanos no se olviden de alabar al Señor. Clara de Asís empieza a compartirnos la tercera carta a Santa Inés de Praga. Escrito lleno de espiritualidad y gozo en el Señor por tanto avance como ve en Inés y las hermanas.
¿Qué se le pasa por la cabeza y el corazón a San Francisco para dirigirle una carta a las autoridades? El amor del Señor y la necesidad de llevar el Evangelio a todos. Clara termina la segunda la carta a Inés de Praga haciendo una perfecta síntesis de los temas tratados que nos son otros que el Seguimiento al Señor desde la pobreza y la obediencia a un carisma que viene de Dios.
San Francisco invita a los clérigos que han abandonado la Palabra, el Cuerpo y la Sangre del Señor y lo han administrado sin discernimiento a enmendarse y hacer una práctica conforme piden los Mandamientos y la Santa Madre Iglesia. Santa Clara de Asís invita a Santa Inés de Praga a mirar a Cristo y seguirlo considerando y contemplando este misterio de entrega del Esposo.
En la Segunda Carta a los clérigos San Francisco de Asís hace caer en la cuenta de la responsabilidad de los Ministros, es decir, los sacerdotes en su tarea ministerial y cómo han de responder un día al Señor. Santa Clara de Asís, en la Segunda Carta a Santa Inés de Praga, nos habla de la obediencia abrazándose a Cristo Pobre como Virgen pobre.
Francisco de Asís comienza su carta a los clérigos hablando del Cuerpo y la Sangre del Señor. La Eucaristía, para él, es una experiencia central en su vida que su recuerdo y palabras se convierte en experiencia de Dios. Si todos los fieles deben acogerlo como lo más importante mucho más los clérigos. Santa Clara, en su segunda carta a Santa Inés de Praga, sigue invitando a su hermana querida a hacer opción por el Señor según la consagración concreta de las Damas Pobres.
Francisco de Asís, en su despedida y ruego final de la Segunda Carta a los fieles, sintetiza la doctrina de toda la Carta que no es otra que la apertura al Santo Evangelio al cual a todas las cosas han de servir. Clara entra de lleno en la Segunda Carta en el tema de la Pobreza. Viviendo ésta será fiel a lo que le prometió al Señor
Francisco quiere terminar la carta a todos los fieles haciendo un desarrollo de lo que es nuestra vida cuando no hacemos opción por el Señor para invitarnos a la conversión y penitencia. Clara, en su segunda carta a Inés de Praga la invita a seguir viviendo la radicalidad de la pobreza aún por encima de las presiones que pueda recibir incluso de parte del Papa.
Francisco de Asís abre su corazón en la parte central de la Segunda carta a todos los fieles. Debemos ser esposos, madres y hermanos de Nuestro Señor Jesucristo. Esposos cuando lo amamos como nuestro centro, madres cuando lo comulgamos y lo damos a luz con nuestras obras, hermano cuando reconocemos a Dios como Padre. Debemos guardar el Evangelio en nuestro interior para poderlo hacer vida en nuestra existencia concreta. Clara de Asís despide su primera carta a Inés de Praga pidiéndole que sea fiel a Jesucristo, su esposo, y le pide oraciones para ella y sus hermanas.
Francisco habla de las exigencias propias que los religiosos han de tener como consecuencia de la elección de su propia vida que no es otra cosa más que aborrecer el cuerpo con sus vicios y pecados y amar a los enemigos. Clara de Asís continúa gloriándose en las excelencias de la pobreza como propiciación para encontrarse y entregarse a Jesucristo Esposo.
Francisco de Asís nos enseña a hacer penitencia y a reverenciar a los sacerdotes pues son ellos los que nos regalan la Palabra, el Cuerpo y la Sangre del Señor. Clara, a su vez, sigue abundando y ahondando en la experiencia de Jesucristo y cómo podemos vivir en él siempre que seamos conscientes de nuestra pobreza y optemos por ella como el mejor camino de encuentro con el Esposo Jesucristo.
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