Seamos siempre de Cristo y reconozcámosle amándolo y sirviéndole en los pobres. No nos apeguemos a las cosas de este mundo, porque somos peregrinos hacia el cielo.
Los pobres serán nuestros abales en el cielo.
Alfred Nobel
Seamos siempre de Cristo y reconozcámosle amándolo y sirviéndole en los pobres. No nos apeguemos a las cosas de este mundo, porque somos peregrinos hacia el cielo.
Los pobres serán nuestros abales en el cielo.