El Padre Pío nos enseña a amar a la Virgen Maria. Nos dice: "Amar a la Virgen y hacedla amar". Hoy escucharemos el testimonio en el que el Padre Pío se encuentra con la Virgen de Fátima. La Virgen de Fátima le sana de su dolores y él se siente curado.
Amor a la Virgen María
Hemos entrado en 12 monasterios y en las vidas de las personas que en ellos entregan su vida a Cristo por amor, y esto es algo que ha despertado en nosotros el deseo de conocer más, de adentrarnos en el misterio de silencio, soledad y oración que entreteje la vida monástica.Para ello nos acompañan la Hermana María desde el Monasterio de Nuestra Señora de Vico, en La Rioja, Santos Blanco, director de Libres, el compositor Óscar Martín Leanizbarrutia y nuestra colaboradora y amiga, Lucía González-Barandiarán.
Desde Plasencia un grupo de carmelitas marchó a Ecuador para fundar un monasterio de la Orden del Monte Carmelo, en estos días el Padre Miguel Márquez está allí confirmando en la fe y en el amor a estas hermanas y nos cuenta sus vivencias llenas de guiños de Dios.
María nos mira como Madre con ternura, con misericordia, con amor, y en este mes de Mayo que le dedicamos a ella, la Hermana Carmen Pérez nos invita a vivir nuestra devoción a la Virgen.
En este programa se hablará de María. Se empezará con una oración de alabanza, luego habrá una pequeña enseñanza que narrará la historia de María, después un testimonio y terminaremos con un cuento; todo siempre alrededor del tema de la Virgen.
Letanías lauretanas X: Virgen clemente.
2ª parte: San Pío de Pietrelcina, II: Amor a nuestra madre la Virgen María.
Un programa que continúa con la oración del MAGNÍFICAT. Meditamos con María Virgen
¿Cómo veneran a la Virgen María en países tan lejanos al nuestro como Papúa Nueva Guinea, República Dominicana o Egipto? OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS nos lo cuentan hoy. En esta ocasión, les acompaña además Amelia Ojanguren, misionera en Camerún.
Comenzamos este programa comentando la carta, leída en el programa de la semana pasada, y de fecha 11 de octubre 1937, y dirigida a su tío Leopoldo, duque de Maqueda, y que lleva como tema central a María. Lo primero que cabe destacar es lo que dice el Hno. Rafael sobre el amor a María ¿Quién de nosotros, y más si se es un contemplativo, podría estar viviendo sin amar a María? Cada uno de nosotros debería tener siempre un cariño muy especial a María, porque un católico nunca estará huérfano de Padre, ni de Madre, y el Hno. Rafael sufre cuando la gente no quiere a la Virgen o no acude a Ella buscando consuelo cuando sufrimos. Si supiéramos amar a la Virgen, Jesús se alegraría mucho, porque en el amor a la Virgen no se le quita gloria a Dios, sino todo lo contrario. ¡Que nunca se aparte de nuestro pensamiento!
En la segunda parte del programa seguimos con el comentario sobre la carta de 11 de octubre, y dedicada a la Virgen. Seguimos con los títulos dedicados a la Madre de Dios y con las recomendaciones del Hno. Rafael para que nos coloquemos bajo el amparo de La Virgen cuando surjan problemas, de que vayamos a Jesús por el camino más bonito y dulce, María; y pone como ejemplo a La Trapa en que todo está dedicado a Ella, de tal manera que parece que la casa es de Ella. ¿Contamos con María a la hora de tomar las decisiones importantes?
Vamos terminando con lo que nos dice San Rafael sobre cómo y dónde descubrió el amor a La Virgen, y de donde le viene su devoción, pues del rezo de las flores en su colegio de los jesuitas, cuando era pequeño, por ello es muy recomendable, nos dice el P. Sebastián que padres, maestros y catequistas llevemos a los niños a descubrir a la Madre. Amaremos más a Jesús invocando a María.
Terminamos el programa de hoy con la oración, del hermano Rafael, titulada “Amar a Jesús”.
Seguimos con el comentario de la larga carta de 16 de noviembre de 1935, y dirigida a su tía María. Debemos resaltar como el Hno. Rafael nos habla del tema de la Cruz, de como debemos amar ese dolor, porque nos une a la cruz de Cristo. Debemos resaltar el amor que La Trapa tiene a la Virgen María, y que la vida de un monje es solo eso, amor a Dios y a La Virgen, amor que se debe hacer en silencio para que el mundo no lo tenga por loco, porque el mundo es su enemigo.
En la segunda parte del programa continuamos con el comentario de la carta. Comentamos que debemos ser los últimos de la comitiva que sigue a Jesús, pero los que más le amen. También añade que debemos estar ilusionados por poder recibir a Cristo en la Eucaristía.
Terminamos el programa de hoy con la oración del Hno. Rafael titulada “Trabajo y silencio”.
Leemos y comentamos, hoy, la carta del 11 de noviembre de 1935, dirigida a su tía María, la duquesa de Maqueda. Le reprocha a su tía, a la que trata como hermana en la fe, que escriba pocas cosas sobre la Virgen, es más, le dice que él ha tomado por costumbre no escribir nada a nadie sin mencionar a la Virgen, porque su vocación se la debe a Ella, y porque Ella nos ama tanto. Le habla también de la resistencia a la Gracia por parte de los hombres. La de cosas que hace Dios por nosotros y vaya respuesta la nuestra. ¡Que ciegos y torpes somos!
En la segunda parte del programa vamos a leer la carta del 16 de noviembre de 1935, también a su tía María carta muy extensa que nos ocupará algunos programas, y que es respuesta a la última remitida por ella. Cabe destacar, en primer lugar, lo que se sufre cuando en la cruz no vemos a Jesús crucificado, y solo se ve la cruz seca, negra y ensangrentada. Lo que es seguro es que, escondido, nos mira el Señor, por lo que deberemos seguir amando a pesar de todos los sufrimientos. Terminamos con la oración del Hno. Rafael de título “Solo Dios ocupa mi alma”
Seguimos el comentario de la carta del 4 de enero de 1936, que ya comenzamos la semana pasada.
Dice Rafael que el día pasado no ha podido ir a ver a la Virgen porque estaba liado, y eso le hizo sufrir y se pone nervioso porque no está ya en la Trapa, ni recibe carta desde allí. El mira más allá y nosotros deberíamos hacer lo mismo, y a pesar de nuestras debilidades, seguir la vocación y el ideal que nos permita estar unido a Dios, dentro o fuera del monasterio.
Otro tema que toca Rafael, y es muy importante, es el de la penitencia en todo, y comenta que esta se puede hacer tanto dejando de comer, como comiendo lo que no nos apetece. Esa penitencia y la aceptación de las cruces se viven mucho mejor si lo hacemos cerca de la Virgen María. María siempre en el centro de sus pensamientos.
Terminamos con la habitual oración del Hno. Rafael. Esta vez con la titulada “Que bueno eres, Señor”
Continuamos con el comentario a la carta de 20 de diciembre de 1935, día muy próximo a la Navidad y a la vuelta de Rafael a La Trapa. Dice este que vuelve al monasterio a ser santo, aunque el mundo no lo entienda. Cada uno de nosotros debería soñar con la santidad, pero no como piensa el mundo, que es ser un triste “beatorro”, sino como piensa Rafael, intentando amar a Dios sobre todo.
Rafael dice que debe olvidarse de si mismo, porque se busca demasiado. ¿Y yo, busco a Dios o me busco a mí mismo?
Otra cosa que plantea el Hno. Rafael es que el único consuelo que ha recibido es que su tía le ha hablado de Dios, ¿A cuanta gente deberíamos consolar hablándoles de Dios? ¿Cuántos niños sólo escuchan hablar de Dios en la catequesis de primera comunión? ¡Qué gran importancia tiene que los cristianos hablemos de Dios!
Llama mucho la referencia constante del Hno. Rafael a la Virgen María. En el dolor, las cruces, en el desaliento, siempre nos habla de María como ayuda y consuelo. “Cuando estemos en la Gloria, amaremos al Señor desde los brazos de María”.
Terminamos, como en cada programa, orando con el Hno. Rafael con la oración titulada “No permitas, Señor, que me separe de Ti”
Comenzamos hoy el comentario a la larga carta de 27 de noviembre de 1935. Esta carta tiene tres grandes contenidos: El amor de Rafael a la Virgen María con la que cuenta para cualquier cosa que haga; la importancia del silencio en la Trapa y fuera de ella para escuchar a Dios; y como tercer contenido, el cansancio del mundo, el cansancio de tratar con las gentes, tanto que el único consuelo es el tiempo de oración a Dios, tanto delante del Sagrario como en la naturaleza. Como ejemplo de buscador de la hermosura de Dios nos pone a S. Juan de la Cruz.
Continuamos, en la segunda parte del programa, con el comentario de la carta. En esta parte es importante resaltar el deseo tremendo de amar a Dios en silencio, sin ruido, sin distracciones. El quiere volver al monasterio para estar siempre con Dios. Solo le sale, a la hora de escribir a su tía, hablar de Dios, porque Le tiene dentro de su corazón.
Lo último que comentamos es que el Hno. Rafael no sabe lo que le pasa, pero tiene una paz y una alegría inmensas que no puede ni contar. Terminamos orando con la oración “El Señor nos espera en el Sagrario".
El Padre Pío nos enseña a amar a la Virgen Maria. Nos dice: "Amar a la Virgen y hacedla amar". Hoy escucharemos el testimonio en el que el Padre Pío se encuentra con la Virgen de Fátima. La Virgen de Fátima le sana de su dolores y él se siente curado.
Hemos entrado en 12 monasterios y en las vidas de las personas que en ellos entregan su vida a Cristo por amor, y esto es algo que ha despertado en nosotros el deseo de conocer más, de adentrarnos en el misterio de silencio, soledad y oración que entreteje la vida monástica.Para ello nos acompañan la Hermana María desde el Monasterio de Nuestra Señora de Vico, en La Rioja, Santos Blanco, director de Libres, el compositor Óscar Martín Leanizbarrutia y nuestra colaboradora y amiga, Lucía González-Barandiarán.
Desde Plasencia un grupo de carmelitas marchó a Ecuador para fundar un monasterio de la Orden del Monte Carmelo, en estos días el Padre Miguel Márquez está allí confirmando en la fe y en el amor a estas hermanas y nos cuenta sus vivencias llenas de guiños de Dios.
María nos mira como Madre con ternura, con misericordia, con amor, y en este mes de Mayo que le dedicamos a ella, la Hermana Carmen Pérez nos invita a vivir nuestra devoción a la Virgen.
En este programa se hablará de María. Se empezará con una oración de alabanza, luego habrá una pequeña enseñanza que narrará la historia de María, después un testimonio y terminaremos con un cuento; todo siempre alrededor del tema de la Virgen.
Letanías lauretanas X: Virgen clemente.
2ª parte: San Pío de Pietrelcina, II: Amor a nuestra madre la Virgen María.
Un programa que continúa con la oración del MAGNÍFICAT. Meditamos con María Virgen
¿Cómo veneran a la Virgen María en países tan lejanos al nuestro como Papúa Nueva Guinea, República Dominicana o Egipto? OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS nos lo cuentan hoy. En esta ocasión, les acompaña además Amelia Ojanguren, misionera en Camerún.
Comenzamos este programa comentando la carta, leída en el programa de la semana pasada, y de fecha 11 de octubre 1937, y dirigida a su tío Leopoldo, duque de Maqueda, y que lleva como tema central a María. Lo primero que cabe destacar es lo que dice el Hno. Rafael sobre el amor a María ¿Quién de nosotros, y más si se es un contemplativo, podría estar viviendo sin amar a María? Cada uno de nosotros debería tener siempre un cariño muy especial a María, porque un católico nunca estará huérfano de Padre, ni de Madre, y el Hno. Rafael sufre cuando la gente no quiere a la Virgen o no acude a Ella buscando consuelo cuando sufrimos. Si supiéramos amar a la Virgen, Jesús se alegraría mucho, porque en el amor a la Virgen no se le quita gloria a Dios, sino todo lo contrario. ¡Que nunca se aparte de nuestro pensamiento!
En la segunda parte del programa seguimos con el comentario sobre la carta de 11 de octubre, y dedicada a la Virgen. Seguimos con los títulos dedicados a la Madre de Dios y con las recomendaciones del Hno. Rafael para que nos coloquemos bajo el amparo de La Virgen cuando surjan problemas, de que vayamos a Jesús por el camino más bonito y dulce, María; y pone como ejemplo a La Trapa en que todo está dedicado a Ella, de tal manera que parece que la casa es de Ella. ¿Contamos con María a la hora de tomar las decisiones importantes?
Vamos terminando con lo que nos dice San Rafael sobre cómo y dónde descubrió el amor a La Virgen, y de donde le viene su devoción, pues del rezo de las flores en su colegio de los jesuitas, cuando era pequeño, por ello es muy recomendable, nos dice el P. Sebastián que padres, maestros y catequistas llevemos a los niños a descubrir a la Madre. Amaremos más a Jesús invocando a María.
Terminamos el programa de hoy con la oración, del hermano Rafael, titulada “Amar a Jesús”.
Seguimos con el comentario de la larga carta de 16 de noviembre de 1935, y dirigida a su tía María. Debemos resaltar como el Hno. Rafael nos habla del tema de la Cruz, de como debemos amar ese dolor, porque nos une a la cruz de Cristo. Debemos resaltar el amor que La Trapa tiene a la Virgen María, y que la vida de un monje es solo eso, amor a Dios y a La Virgen, amor que se debe hacer en silencio para que el mundo no lo tenga por loco, porque el mundo es su enemigo.
En la segunda parte del programa continuamos con el comentario de la carta. Comentamos que debemos ser los últimos de la comitiva que sigue a Jesús, pero los que más le amen. También añade que debemos estar ilusionados por poder recibir a Cristo en la Eucaristía.
Terminamos el programa de hoy con la oración del Hno. Rafael titulada “Trabajo y silencio”.
Leemos y comentamos, hoy, la carta del 11 de noviembre de 1935, dirigida a su tía María, la duquesa de Maqueda. Le reprocha a su tía, a la que trata como hermana en la fe, que escriba pocas cosas sobre la Virgen, es más, le dice que él ha tomado por costumbre no escribir nada a nadie sin mencionar a la Virgen, porque su vocación se la debe a Ella, y porque Ella nos ama tanto. Le habla también de la resistencia a la Gracia por parte de los hombres. La de cosas que hace Dios por nosotros y vaya respuesta la nuestra. ¡Que ciegos y torpes somos!
En la segunda parte del programa vamos a leer la carta del 16 de noviembre de 1935, también a su tía María carta muy extensa que nos ocupará algunos programas, y que es respuesta a la última remitida por ella. Cabe destacar, en primer lugar, lo que se sufre cuando en la cruz no vemos a Jesús crucificado, y solo se ve la cruz seca, negra y ensangrentada. Lo que es seguro es que, escondido, nos mira el Señor, por lo que deberemos seguir amando a pesar de todos los sufrimientos. Terminamos con la oración del Hno. Rafael de título “Solo Dios ocupa mi alma”
Seguimos el comentario de la carta del 4 de enero de 1936, que ya comenzamos la semana pasada.
Dice Rafael que el día pasado no ha podido ir a ver a la Virgen porque estaba liado, y eso le hizo sufrir y se pone nervioso porque no está ya en la Trapa, ni recibe carta desde allí. El mira más allá y nosotros deberíamos hacer lo mismo, y a pesar de nuestras debilidades, seguir la vocación y el ideal que nos permita estar unido a Dios, dentro o fuera del monasterio.
Otro tema que toca Rafael, y es muy importante, es el de la penitencia en todo, y comenta que esta se puede hacer tanto dejando de comer, como comiendo lo que no nos apetece. Esa penitencia y la aceptación de las cruces se viven mucho mejor si lo hacemos cerca de la Virgen María. María siempre en el centro de sus pensamientos.
Terminamos con la habitual oración del Hno. Rafael. Esta vez con la titulada “Que bueno eres, Señor”
Continuamos con el comentario a la carta de 20 de diciembre de 1935, día muy próximo a la Navidad y a la vuelta de Rafael a La Trapa. Dice este que vuelve al monasterio a ser santo, aunque el mundo no lo entienda. Cada uno de nosotros debería soñar con la santidad, pero no como piensa el mundo, que es ser un triste “beatorro”, sino como piensa Rafael, intentando amar a Dios sobre todo.
Rafael dice que debe olvidarse de si mismo, porque se busca demasiado. ¿Y yo, busco a Dios o me busco a mí mismo?
Otra cosa que plantea el Hno. Rafael es que el único consuelo que ha recibido es que su tía le ha hablado de Dios, ¿A cuanta gente deberíamos consolar hablándoles de Dios? ¿Cuántos niños sólo escuchan hablar de Dios en la catequesis de primera comunión? ¡Qué gran importancia tiene que los cristianos hablemos de Dios!
Llama mucho la referencia constante del Hno. Rafael a la Virgen María. En el dolor, las cruces, en el desaliento, siempre nos habla de María como ayuda y consuelo. “Cuando estemos en la Gloria, amaremos al Señor desde los brazos de María”.
Terminamos, como en cada programa, orando con el Hno. Rafael con la oración titulada “No permitas, Señor, que me separe de Ti”
Comenzamos hoy el comentario a la larga carta de 27 de noviembre de 1935. Esta carta tiene tres grandes contenidos: El amor de Rafael a la Virgen María con la que cuenta para cualquier cosa que haga; la importancia del silencio en la Trapa y fuera de ella para escuchar a Dios; y como tercer contenido, el cansancio del mundo, el cansancio de tratar con las gentes, tanto que el único consuelo es el tiempo de oración a Dios, tanto delante del Sagrario como en la naturaleza. Como ejemplo de buscador de la hermosura de Dios nos pone a S. Juan de la Cruz.
Continuamos, en la segunda parte del programa, con el comentario de la carta. En esta parte es importante resaltar el deseo tremendo de amar a Dios en silencio, sin ruido, sin distracciones. El quiere volver al monasterio para estar siempre con Dios. Solo le sale, a la hora de escribir a su tía, hablar de Dios, porque Le tiene dentro de su corazón.
Lo último que comentamos es que el Hno. Rafael no sabe lo que le pasa, pero tiene una paz y una alegría inmensas que no puede ni contar. Terminamos orando con la oración “El Señor nos espera en el Sagrario".