Hoy disertamos sobre la hermosura de Cristo que transforma el alma.
Audi Filia
Mirar a Cristo para recibir la hermosura en el alma.
Mirar a Cristo y dejarse mirar por Él.
Audi filia, capítulos 106.107 y 108. Fealdad de nuestra alma. Esto no se quita pro la fuerza del hombre. Solo se quita con la sangre de Cristo
Hablamos de la última sección del audi filia (la número 12), que trata de cómo la hermosura del alma que se pierde por el pecado se recobra por los merecimientos de Jesucristo y por la penitencia.
Hoy disertamos sobre el desposorio del alma cristiana con Jesucristo.
Audi Filia 103: de cómo la hermosura del ánima, que se pierde por el pecado, se recobra por los merecimientos de Jesucristo y por la penitencia.
Audi filia. Negación de la propia voluntad para hacer solo la voluntad de Dios. Mortificación de la voluntad.
cap. 100. Olvida tu pueblo y la casa paterna. Olvidar la propia voluntad para cumplir solo la de Dios.
Gloriémonos en el Señor.
Salir de nuestra voluntad y despreciar el linaje de la carne.
Amar al próximo con el Amor que Dios nos regala a nosotros.
Hoy disertamos sobre la hermosura de Cristo que transforma el alma.
Mirar a Cristo para recibir la hermosura en el alma.
Mirar a Cristo y dejarse mirar por Él.
Audi filia, capítulos 106.107 y 108. Fealdad de nuestra alma. Esto no se quita pro la fuerza del hombre. Solo se quita con la sangre de Cristo
Hablamos de la última sección del audi filia (la número 12), que trata de cómo la hermosura del alma que se pierde por el pecado se recobra por los merecimientos de Jesucristo y por la penitencia.
Hoy disertamos sobre el desposorio del alma cristiana con Jesucristo.
Audi Filia 103: de cómo la hermosura del ánima, que se pierde por el pecado, se recobra por los merecimientos de Jesucristo y por la penitencia.
Audi filia. Negación de la propia voluntad para hacer solo la voluntad de Dios. Mortificación de la voluntad.
cap. 100. Olvida tu pueblo y la casa paterna. Olvidar la propia voluntad para cumplir solo la de Dios.
Gloriémonos en el Señor.
Salir de nuestra voluntad y despreciar el linaje de la carne.
Amar al próximo con el Amor que Dios nos regala a nosotros.