La guerra contra ti está declarada y es necesario estar vigilantes. Él luchará contigo y por ti. El P. Pío nos invita a levantarnos de nuestra muerte y volver a Él. Hay mucha alegría en el cielo cuando uno de sus hijos vuelve. ¡Padre, vuelvo a casa!
Cartas espirituales del Padre Pío
El Padre Pío nos enseña cómo la Palabra de Dios es viva y eficaz y nos ayuda en la adversidad.
Sufrir una prueba no depende en absoluto del alma, y nada se podrá hacer directamente para entrar en ella. Depende exclusivamente de la voluntad de Dios. Lo que te aconsejo
es que estés tranquila y que no te preocupes por lo que sucederá. Todo concluirá en gloria de Dios y en santificación del alma.
Además, mantente siempre humilde ante la voluntad infinita del Señor, ensancha siempre tu corazón, agradece sin interrupción al buen Dios los favores que continuamente te otorga, porque no es digno de recibir nuevas gracias el que no sabe agradecer las que ya ha recibido. Y deja libre actuación a la gracia de Dios, buscando siempre su gloria, tu salvación y la de todas las almas; y no te olvides nunca que los
favores celestiales se conceden no sólo para la propia santificación, sino también para la santificación de los demás. (Padre Pío)
Imitad a Jesús en la caridad, porque él reconoce como suyos sólo a los que conservan celosamente esta preciosa margarita; como decía San Pablo, es «vínculo de perfección». (Padre Pío)
La prueba es una renuncia a mi voluntad para hacer la voluntad de Dios. El Padre Pío nos enseña a vivir en la providencia dejando que Él cuide de nosotros.
La Confianza filial,
Mantente vigilante y no te abandones nunca presuntuosamente a ti misma ni confíes
demasiado en ti; procura avanzar cada vez más por el camino de la perfección y progresa siempre en la caridad, que es el vínculo de la perfección cristiana; abandónate en brazos
de Dios Padre con confianza filial y ensancha tu corazón a los dones del Espíritu Santo, que espera una señal tuya para enriquecerte con ellos.
Sí, obremos el bien.... (Padre Pío)
El Padre Pío nos enseña, a través de su testimonio, qué es la obediencia y cómo aceptar la voluntad de Dios, con confianza en Él y amor por Él.
El P. Pío nos enseña que Jesús nos acompaña en los momentos en los que aparentemente no lo vemos. Nos enseña a la confianza y al abandono.
Hoy vemos cómo el Padre Pío nos recuerda que el Señor siempre está con nosotros y nos invita al ofrecimiento diario de nuestras pequeñas cruces.
El Padre Pío nos enseña a vivir en la esperanza y en el abandono. En los momentos difíciles de la vida: "Jesús, Tú eres mi refugio; confío en Ti".
El Padre Pío nos enseña a no perder la paz, nos invita a no entregarnos a las cosas del mundo sino a mirar siempre a Jesús que esta vivo y nos acompaña. La nueva vida en Cristo es cerrar las puertas al mundo para seguir a Jesús.
Tengamos el pensamiento orientado continuamente hacia el cielo, nuestra verdadera patria, del que la tierra no es más que imagen, conservando la serenidad y la calma en todos los sucesos, sean alegres o tristes, como corresponde a un cristiano, y más a un alma formada con especial cuidado en la escuela del dolor.
En todo esto te estimulen siempre los motivos que da la fe y los ánimos de la esperanza cristiana; y, comportándote así, el Padre del cielo endulzará la amargura de la prueba con el bálsamo de su bondad y de su misericordia. Y es a esta bondad y misericordia del Padre celestial a la que el piadoso y benéfico ángel de la fe nos invita y nos urge a recurrir con una oración insistente y humilde, teniendo la firme esperanza de ser escuchados, porque confiamos en la promesa que nos hace el Maestro divino: «Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá… Porque todo lo que pidáis al Padre en mi nombre se os dará». (Padre Pío)
Actualmente no hay noticias
La guerra contra ti está declarada y es necesario estar vigilantes. Él luchará contigo y por ti. El P. Pío nos invita a levantarnos de nuestra muerte y volver a Él. Hay mucha alegría en el cielo cuando uno de sus hijos vuelve. ¡Padre, vuelvo a casa!
El Padre Pío nos enseña cómo la Palabra de Dios es viva y eficaz y nos ayuda en la adversidad.
Sufrir una prueba no depende en absoluto del alma, y nada se podrá hacer directamente para entrar en ella. Depende exclusivamente de la voluntad de Dios. Lo que te aconsejo
es que estés tranquila y que no te preocupes por lo que sucederá. Todo concluirá en gloria de Dios y en santificación del alma.
Además, mantente siempre humilde ante la voluntad infinita del Señor, ensancha siempre tu corazón, agradece sin interrupción al buen Dios los favores que continuamente te otorga, porque no es digno de recibir nuevas gracias el que no sabe agradecer las que ya ha recibido. Y deja libre actuación a la gracia de Dios, buscando siempre su gloria, tu salvación y la de todas las almas; y no te olvides nunca que los
favores celestiales se conceden no sólo para la propia santificación, sino también para la santificación de los demás. (Padre Pío)
Imitad a Jesús en la caridad, porque él reconoce como suyos sólo a los que conservan celosamente esta preciosa margarita; como decía San Pablo, es «vínculo de perfección». (Padre Pío)
La prueba es una renuncia a mi voluntad para hacer la voluntad de Dios. El Padre Pío nos enseña a vivir en la providencia dejando que Él cuide de nosotros.
La Confianza filial,
Mantente vigilante y no te abandones nunca presuntuosamente a ti misma ni confíes
demasiado en ti; procura avanzar cada vez más por el camino de la perfección y progresa siempre en la caridad, que es el vínculo de la perfección cristiana; abandónate en brazos
de Dios Padre con confianza filial y ensancha tu corazón a los dones del Espíritu Santo, que espera una señal tuya para enriquecerte con ellos.
Sí, obremos el bien.... (Padre Pío)
El Padre Pío nos enseña, a través de su testimonio, qué es la obediencia y cómo aceptar la voluntad de Dios, con confianza en Él y amor por Él.
El P. Pío nos enseña que Jesús nos acompaña en los momentos en los que aparentemente no lo vemos. Nos enseña a la confianza y al abandono.
Hoy vemos cómo el Padre Pío nos recuerda que el Señor siempre está con nosotros y nos invita al ofrecimiento diario de nuestras pequeñas cruces.
El Padre Pío nos enseña a vivir en la esperanza y en el abandono. En los momentos difíciles de la vida: "Jesús, Tú eres mi refugio; confío en Ti".
El Padre Pío nos enseña a no perder la paz, nos invita a no entregarnos a las cosas del mundo sino a mirar siempre a Jesús que esta vivo y nos acompaña. La nueva vida en Cristo es cerrar las puertas al mundo para seguir a Jesús.
Tengamos el pensamiento orientado continuamente hacia el cielo, nuestra verdadera patria, del que la tierra no es más que imagen, conservando la serenidad y la calma en todos los sucesos, sean alegres o tristes, como corresponde a un cristiano, y más a un alma formada con especial cuidado en la escuela del dolor.
En todo esto te estimulen siempre los motivos que da la fe y los ánimos de la esperanza cristiana; y, comportándote así, el Padre del cielo endulzará la amargura de la prueba con el bálsamo de su bondad y de su misericordia. Y es a esta bondad y misericordia del Padre celestial a la que el piadoso y benéfico ángel de la fe nos invita y nos urge a recurrir con una oración insistente y humilde, teniendo la firme esperanza de ser escuchados, porque confiamos en la promesa que nos hace el Maestro divino: «Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá… Porque todo lo que pidáis al Padre en mi nombre se os dará». (Padre Pío)
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