1258-1260: El Bautismo de deseo: El n. 1258 (con el marginal 2473) y el n. 1259 (con el marginal 1249) nos hablan del Bautismo de sangre y Bautismo de deseo de los mártires y catecúmenos, que producen los frutos del Bautismo aun sin ser sacramento. Y comenzamos el comentario del n. 1260, que plantea el tema de fondo de cómo se conjuga la voluntad salvífica universal de Dios con la necesidad del Bautismo para la salvación.- Vida de S. Ignacio de Loyola (49).
Catecumenado
1249-1250: Unión de los catecúmenos a la Iglesia. El Bautismo de niños y el pecado original: El n. 1249 (con el marginal 1259) enseña que los catecúmenos están ya unidos a la Iglesia, de manera que si mueren antes de ser bautizados, su deseo del Bautismo, unido al arrepentimiento de sus pecados, les puede conceder la salvación. El n. 1250 (con el marginal 403) recuerda que también los niños necesitan del nuevo nacimiento en el Bautismo para ser librados del pecado original con el que todos nacemos.- Vida de S. Ignacio de Loyola (42).
1246-1248: El sujeto del Bautismo. Preparación de los adultos en el catecumenado: El n. 1246 señala que puede recibir el Bautismo todo ser humano aún no bautizado (de cualquier edad), y solo él. Los nn. 1247 y 1248 (con el marginal 1230) nos hablan del Bautismo de adultos y la preparación al mismo a través del catecumenado, que inicia al candidato en todas las dimensiones de la vida cristiana.- Vida de S. Ignacio de Loyola (41).
1233 (cont.): La iniciación cristiana de niños y adultos en la Iglesia latina y oriental: Seguimos comentando el n. 1233 (con el marginal 1290), junto a lo que indica el Código de Derecho Canónico sobre la iniciación cristiana; explicamos las diferencias respecto al momento de la Confirmación, y las condiciones para recibir el Bautismo niños y adultos. Y damos una breve visión de conjunto de las etapas del catecumenado de adultos.- Vida de S. Ignacio de Loyola (33); reglas de discernimiento de espíritus (2).
1232-1233: El catecumenado en la Iglesia oriental y latina: El n. 1232 (con el marginal 1204) recuerda que el Concilio Vaticano II restauró el catecumenado de adultos, que incluye diversos ritos que admiten adaptaciones en tierras de misión. El n 1233 detalla las etapas del catecumenado de adultos y niños, y de la recepción de los sacramentos de iniciación, en el rito romano y en los orientales.- Vida de S. Ignacio de Loyola (32); reglas de discernimiento de espíritus (1).
1229 (cont.) -1231: Elementos esenciales y diversas épocas en la iniciación cristiana: Profundizamos en el n. 1229, que resume los elementos esenciales que siempre deben darse en la iniciación cristiana. El n. 1230 (con el marginal 1248) nos habla del catecumenado prebautismal en los primeros siglos de la Iglesia, mientras que el n. 1231 se refiere al catecumenado postbautismal de los niños.- Vida de S. Ignacio de Loyola (31).
1258-1260: El Bautismo de deseo: El n. 1258 (con el marginal 2473) y el n. 1259 (con el marginal 1249) nos hablan del Bautismo de sangre y Bautismo de deseo de los mártires y catecúmenos, que producen los frutos del Bautismo aun sin ser sacramento. Y comenzamos el comentario del n. 1260, que plantea el tema de fondo de cómo se conjuga la voluntad salvífica universal de Dios con la necesidad del Bautismo para la salvación.- Vida de S. Ignacio de Loyola (49).
1249-1250: Unión de los catecúmenos a la Iglesia. El Bautismo de niños y el pecado original: El n. 1249 (con el marginal 1259) enseña que los catecúmenos están ya unidos a la Iglesia, de manera que si mueren antes de ser bautizados, su deseo del Bautismo, unido al arrepentimiento de sus pecados, les puede conceder la salvación. El n. 1250 (con el marginal 403) recuerda que también los niños necesitan del nuevo nacimiento en el Bautismo para ser librados del pecado original con el que todos nacemos.- Vida de S. Ignacio de Loyola (42).
1246-1248: El sujeto del Bautismo. Preparación de los adultos en el catecumenado: El n. 1246 señala que puede recibir el Bautismo todo ser humano aún no bautizado (de cualquier edad), y solo él. Los nn. 1247 y 1248 (con el marginal 1230) nos hablan del Bautismo de adultos y la preparación al mismo a través del catecumenado, que inicia al candidato en todas las dimensiones de la vida cristiana.- Vida de S. Ignacio de Loyola (41).
1233 (cont.): La iniciación cristiana de niños y adultos en la Iglesia latina y oriental: Seguimos comentando el n. 1233 (con el marginal 1290), junto a lo que indica el Código de Derecho Canónico sobre la iniciación cristiana; explicamos las diferencias respecto al momento de la Confirmación, y las condiciones para recibir el Bautismo niños y adultos. Y damos una breve visión de conjunto de las etapas del catecumenado de adultos.- Vida de S. Ignacio de Loyola (33); reglas de discernimiento de espíritus (2).
1232-1233: El catecumenado en la Iglesia oriental y latina: El n. 1232 (con el marginal 1204) recuerda que el Concilio Vaticano II restauró el catecumenado de adultos, que incluye diversos ritos que admiten adaptaciones en tierras de misión. El n 1233 detalla las etapas del catecumenado de adultos y niños, y de la recepción de los sacramentos de iniciación, en el rito romano y en los orientales.- Vida de S. Ignacio de Loyola (32); reglas de discernimiento de espíritus (1).
1229 (cont.) -1231: Elementos esenciales y diversas épocas en la iniciación cristiana: Profundizamos en el n. 1229, que resume los elementos esenciales que siempre deben darse en la iniciación cristiana. El n. 1230 (con el marginal 1248) nos habla del catecumenado prebautismal en los primeros siglos de la Iglesia, mientras que el n. 1231 se refiere al catecumenado postbautismal de los niños.- Vida de S. Ignacio de Loyola (31).