Conferencia pronunciada por Mons. José Ignacio Munilla, en octubre de 2019, en el salón de actos de Ibercaja en Logroño.
Diálogo
Punto 53: ¿Por qué piensa el ser humano más allá de sí mismo?
El diálogo en el matrimonio. Logrando el encuentro.
¿Por qué nos cuesta tanto a veces comunicarnos bien? Trucos y estrategias para lograr mejorar la comunicación matrimonial y errores que es mejor no cometer. Los "matripuntos", nuestra opinión al respecto. ¿Hasta qué punto hay que ser sinceros? ¿Entramos a por todas? Y mucho más...
Y en el tiempo para crecer, con la entrenadora vocal y experta la prof. Marta Pinillos para hablar de técnicas vocales para vencer el estrés, hablar mejor, ser más creíbles y conocer la repercusión de la voz en nuestras emociones.
Vida de la gracia (2): La gracia recibida en el bautismo está llamada a fructificar en diálogo permanente con el Señor, que habita en nosotros, en fidelidad a sus gracias actuales, dejándonos purificar por Él, y movidos por el amor a Aquel que nos amó primero y que nos pide saciar su sed. Así, hasta llegar a decir con S. Pablo: “No soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí” (Gal 2,20).
Conferencia pronunciada por Mons. José Ignacio Munilla, en octubre de 2019, en el salón de actos de Ibercaja en Logroño.
Punto 53: ¿Por qué piensa el ser humano más allá de sí mismo?
El diálogo en el matrimonio. Logrando el encuentro.
¿Por qué nos cuesta tanto a veces comunicarnos bien? Trucos y estrategias para lograr mejorar la comunicación matrimonial y errores que es mejor no cometer. Los "matripuntos", nuestra opinión al respecto. ¿Hasta qué punto hay que ser sinceros? ¿Entramos a por todas? Y mucho más...
Y en el tiempo para crecer, con la entrenadora vocal y experta la prof. Marta Pinillos para hablar de técnicas vocales para vencer el estrés, hablar mejor, ser más creíbles y conocer la repercusión de la voz en nuestras emociones.
Vida de la gracia (2): La gracia recibida en el bautismo está llamada a fructificar en diálogo permanente con el Señor, que habita en nosotros, en fidelidad a sus gracias actuales, dejándonos purificar por Él, y movidos por el amor a Aquel que nos amó primero y que nos pide saciar su sed. Así, hasta llegar a decir con S. Pablo: “No soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí” (Gal 2,20).