Por tanto, hijito mío, prefiere estar en la cruz a estar al pie de la misma; prefiere agonizar con Jesús en el huerto que compadecerlo, porque aquello te asemeja más al divino Prototipo. ¿En qué circunstancia puedes hacer actos de unión inquebrantable de tu corazón y de tu espíritu a la santa voluntad de Dios, de mortificación del yo y de amor en tu crucifixión, si no es en los asaltos desabridos y rigurosos que te vienen de nuestros enemigos? (Padre Pío)
ESPIRITUALIDAD PADRE PÍO
El Padre Pío nos explica lo que significan las tentaciones del maligno y con qué armas vencerlas: oración, humildad y vigilancia.
El Padre Pío nos enseña el camino del cielo: aceptar cada día la Voluntad de Dios y abrazar la cruz de cada día. El santo de Pietrelcina nos esperará en el umbral del Paraíso hasta que el último de sus hijos haya llegado.
En la medida en que son grandes tus sufrimientos, lo es el amor que Dios te ofrece. Aquellos, querida mía, te sirvan de medida de comparación del amor que Dios te tiene.
El amor de Dios lo conocerás por esta señal: las aflicciones que te manda. La señal la tienes en tus manos y está al alcance de tu inteligencia; alégrate, pues, cuando la
tempestad se embravece; alégrate, te digo, con los hijos de Dios, porque esto es amor singularísimo del Esposo divino hacia ti. Humíllate también ante la majestad divina,
considerando cuántas otras almas hay en el mundo, más dignas y más ricas de dotes intelectuales y de virtudes, y que ciertamente no son tratadas con ese singularísimo amor
con el que tú eres tratada por Dios. (Padre Pío)
No te dejes asustar por los asaltos de Satanás; tu confianza esté puesta siempre en Dios; en ella debes ir creciendo cada día, y lo debes demostrar de modo especial en la prueba
que ahora soportas, y que deberá redundar en gloria de Dios y en una gran victoria para tu alma. No te aflijas más de lo necesario; alégrate, que la guerra no tardará en llegar a su
fin. No pasará mucho tiempo antes de que comiencen las negociaciones y los gastos de la guerra se adjudicarán al enemigo de Dios, al enemigo de las almas. ¡Qué hermoso será el mediodía que el buen Dios hará brillar después de la purga! Que te anime, pues, este dulce pensamiento a combatir con valentía el buen combate. Ya desde ahora te deseo con gran alegría en el Señor el hermoso día de nuestro rescate. ¡Viva Jesús siempre en tu espíritu! (Padre Pío)
El P. Pío nos enseña en este programa a amarnos mirándonos como el Señor nos mira. Al igual que nos recuerda que la caridad es la primera virtud para alcanzar la perfección cristiana.
Levántate, pues, Señor, una vez más y líbrame ante todo de mí mismo; y no permitas que se pierda aquel a quien con tanto cuidado y urgencia has vuelto a llamar y has arrancado de un mundo que no es tuyo. Levántate, pues, Señor, una vez más y confirma en tu gracia a los que me has confiado; y no permitas que ninguno llegue a perderse abandonando el redil.
¡Oh Dios, oh Dios!... No permitas que se pierda tu heredad. ¡Oh Dios!, manifiéstate cada vez más a mi pobre corazón y completa en mí la obra que ya has comenzado.
Oigo en mi interior una voz que de continuo me grita: Santifícate y santifica. Pues, bien, queridísima mía, yo lo quiero, pero no sé por dónde comenzar.
Ayúdame también tú; sé que Jesús te quiere mucho y tú lo mereces. (Padre Pío)
Lorena Segovia nos cuenta su encuentro con el Padre Pío. Este encuentro de cambio de vida: : "Volví a la Iglesia a través de un vídeo con el P. Pío". Una confesión que hizo nuevas todas las cosas: "He aprendido lo que es la misa y la oración".
Cuando la cruz llega a tu vida agárrate a ella, porque en ella está Cristo que te va a sacar de tu bajeza para salvarte.
El Padre Pío nos enseña a vivir con fe, confianza y abandono en los momentos de aridez y sequedad.
Hoy, el P. Pío te habla de cómo debes rezar: con fe, abandono, confianza y amor. En la oración, el hombre desahoga el corazón en Su Corazón.
La Confianza filial,
Mantente vigilante y no te abandones nunca presuntuosamente a ti misma ni confíes
demasiado en ti; procura avanzar cada vez más por el camino de la perfección y progresa siempre en la caridad, que es el vínculo de la perfección cristiana; abandónate en brazos
de Dios Padre con confianza filial y ensancha tu corazón a los dones del Espíritu Santo, que espera una señal tuya para enriquecerte con ellos.
Sí, obremos el bien.... (Padre Pío)
Actualmente no hay noticias
Por tanto, hijito mío, prefiere estar en la cruz a estar al pie de la misma; prefiere agonizar con Jesús en el huerto que compadecerlo, porque aquello te asemeja más al divino Prototipo. ¿En qué circunstancia puedes hacer actos de unión inquebrantable de tu corazón y de tu espíritu a la santa voluntad de Dios, de mortificación del yo y de amor en tu crucifixión, si no es en los asaltos desabridos y rigurosos que te vienen de nuestros enemigos? (Padre Pío)
El Padre Pío nos explica lo que significan las tentaciones del maligno y con qué armas vencerlas: oración, humildad y vigilancia.
El Padre Pío nos enseña el camino del cielo: aceptar cada día la Voluntad de Dios y abrazar la cruz de cada día. El santo de Pietrelcina nos esperará en el umbral del Paraíso hasta que el último de sus hijos haya llegado.
En la medida en que son grandes tus sufrimientos, lo es el amor que Dios te ofrece. Aquellos, querida mía, te sirvan de medida de comparación del amor que Dios te tiene.
El amor de Dios lo conocerás por esta señal: las aflicciones que te manda. La señal la tienes en tus manos y está al alcance de tu inteligencia; alégrate, pues, cuando la
tempestad se embravece; alégrate, te digo, con los hijos de Dios, porque esto es amor singularísimo del Esposo divino hacia ti. Humíllate también ante la majestad divina,
considerando cuántas otras almas hay en el mundo, más dignas y más ricas de dotes intelectuales y de virtudes, y que ciertamente no son tratadas con ese singularísimo amor
con el que tú eres tratada por Dios. (Padre Pío)
No te dejes asustar por los asaltos de Satanás; tu confianza esté puesta siempre en Dios; en ella debes ir creciendo cada día, y lo debes demostrar de modo especial en la prueba
que ahora soportas, y que deberá redundar en gloria de Dios y en una gran victoria para tu alma. No te aflijas más de lo necesario; alégrate, que la guerra no tardará en llegar a su
fin. No pasará mucho tiempo antes de que comiencen las negociaciones y los gastos de la guerra se adjudicarán al enemigo de Dios, al enemigo de las almas. ¡Qué hermoso será el mediodía que el buen Dios hará brillar después de la purga! Que te anime, pues, este dulce pensamiento a combatir con valentía el buen combate. Ya desde ahora te deseo con gran alegría en el Señor el hermoso día de nuestro rescate. ¡Viva Jesús siempre en tu espíritu! (Padre Pío)
El P. Pío nos enseña en este programa a amarnos mirándonos como el Señor nos mira. Al igual que nos recuerda que la caridad es la primera virtud para alcanzar la perfección cristiana.
Levántate, pues, Señor, una vez más y líbrame ante todo de mí mismo; y no permitas que se pierda aquel a quien con tanto cuidado y urgencia has vuelto a llamar y has arrancado de un mundo que no es tuyo. Levántate, pues, Señor, una vez más y confirma en tu gracia a los que me has confiado; y no permitas que ninguno llegue a perderse abandonando el redil.
¡Oh Dios, oh Dios!... No permitas que se pierda tu heredad. ¡Oh Dios!, manifiéstate cada vez más a mi pobre corazón y completa en mí la obra que ya has comenzado.
Oigo en mi interior una voz que de continuo me grita: Santifícate y santifica. Pues, bien, queridísima mía, yo lo quiero, pero no sé por dónde comenzar.
Ayúdame también tú; sé que Jesús te quiere mucho y tú lo mereces. (Padre Pío)
Lorena Segovia nos cuenta su encuentro con el Padre Pío. Este encuentro de cambio de vida: : "Volví a la Iglesia a través de un vídeo con el P. Pío". Una confesión que hizo nuevas todas las cosas: "He aprendido lo que es la misa y la oración".
Cuando la cruz llega a tu vida agárrate a ella, porque en ella está Cristo que te va a sacar de tu bajeza para salvarte.
El Padre Pío nos enseña a vivir con fe, confianza y abandono en los momentos de aridez y sequedad.
Hoy, el P. Pío te habla de cómo debes rezar: con fe, abandono, confianza y amor. En la oración, el hombre desahoga el corazón en Su Corazón.
La Confianza filial,
Mantente vigilante y no te abandones nunca presuntuosamente a ti misma ni confíes
demasiado en ti; procura avanzar cada vez más por el camino de la perfección y progresa siempre en la caridad, que es el vínculo de la perfección cristiana; abandónate en brazos
de Dios Padre con confianza filial y ensancha tu corazón a los dones del Espíritu Santo, que espera una señal tuya para enriquecerte con ellos.
Sí, obremos el bien.... (Padre Pío)
Actualmente no hay noticias