No hay problema humano que no le sea ajeno, no hay necesitado que no encuentre la mano tendida de Gerardo López, que tras una juventud difícil se encontró con Cristo. Hoy, junto a toda su familia, acuden allí donde descubren que hay sufrimiento y desesperación, para llevarles ayuda y esperanza, y ahora comparte con nosotros sus vivencias entre los pobres.
Gerardo López Laguna
No hay problema humano que no le sea ajeno, no hay necesitado que no encuentre la mano tendida de Gerardo López, que tras una juventud difícil se encontró con Cristo. Hoy, junto a toda su familia, acuden allí donde descubren que hay sufrimiento y desesperación, para llevarles ayuda y esperanza, y ahora comparte con nosotros sus vivencias entre los pobres.