llanto de Jesús

Cultura para la fe 03/03/24

Cultura para la fe 03/03/24

Jesús vivió entre la gente de su tiempo, igualado en todo a sus contemporáneos, menos en el pecado. En consecuencia, nada de lo humano le fue ajeno: ni el amor, ni el dolor, ni el cansancio, ni el sueño, ni el comer, ni el beber, ni la decepción, ni el enfado, ni la paciencia, ni la misericordia, ni la risa, ni las lágrimas fueron extraños al obrar humano de Jesús durante su permanencia entre nosotros. Lo ratifican los textos evangélicos con una gran riqueza de matices y una gratificante versatilidad de situaciones y de conductas. Hablamos del llanto de Jesús.
Cultura para la fe 03/03/24

Cultura para la fe 03/03/24

Jesús vivió entre la gente de su tiempo, igualado en todo a sus contemporáneos, menos en el pecado. En consecuencia, nada de lo humano le fue ajeno: ni el amor, ni el dolor, ni el cansancio, ni el sueño, ni el comer, ni el beber, ni la decepción, ni el enfado, ni la paciencia, ni la misericordia, ni la risa, ni las lágrimas fueron extraños al obrar humano de Jesús durante su permanencia entre nosotros. Lo ratifican los textos evangélicos con una gran riqueza de matices y una gratificante versatilidad de situaciones y de conductas. Hablamos del llanto de Jesús.