En la tormenta acaecida este invierno en Madrid muchos arboles se troncharon, quizás porque exteriormente estaban perfectamente, pero interiormente estaban huecos. ¿Nos pasa lo mismo a algunos cristianos? Exteriormente realizamos muchas practicas religiosas, pero nuestro corazón, el nucleo de nuestro alma, está lejos de lo fundamental, el amor a Cristo. Esto se nota cuan hay tormentas espirituales.
Que todas nuestras practicas de fe nazcan de que nuestro corazón quiera servir a Cristo, firmes y arraigados en su amor.
Llenos de Cristo
En la tormenta acaecida este invierno en Madrid muchos arboles se troncharon, quizás porque exteriormente estaban perfectamente, pero interiormente estaban huecos. ¿Nos pasa lo mismo a algunos cristianos? Exteriormente realizamos muchas practicas religiosas, pero nuestro corazón, el nucleo de nuestro alma, está lejos de lo fundamental, el amor a Cristo. Esto se nota cuan hay tormentas espirituales.
Que todas nuestras practicas de fe nazcan de que nuestro corazón quiera servir a Cristo, firmes y arraigados en su amor.