Manos de Dios

Catecismo de la Iglesia Católica 05/10/22

1288-1289: La transmisión del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia: El n. 1288 (con el marginal 699) recoge un texto de S. Pablo VI, que enseñaba cómo los Apóstoles comunicaban el don del Espíritu Santo a través de la imposición de manos, un gesto considerado por la tradición católica el origen del sacramento de la Confirmación, que perpetúa en la Iglesia la gracia de Pentecostés. Y comenzamos el comentario del 1289 (con el marginal 695), que señala cómo pronto se añadió a ese gesto el de la unción con el crisma.- Los signos del samaritano (J. Granados) (16)

Una luz en tu vida 06/07/22

Nos relata el P. Guillermo una anecdota de S. Juan XXIII, en que un obispo le dijo al papa que desde su nombramiento no podía dormir, a lo que el santo Padre contesto: Eso mismo me ocurría a mi, hasta que se me apareció mi angel de la guarda y me dijo: "Geovani, no te consideres tan importante". Dios es el que lleva la Iglesia. ¿Cuantas veces queremos ocupar el lugar de Dios? Nuestra nave la lleva Dios

Catecismo de la Iglesia Católica 05/10/22

1288-1289: La transmisión del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia: El n. 1288 (con el marginal 699) recoge un texto de S. Pablo VI, que enseñaba cómo los Apóstoles comunicaban el don del Espíritu Santo a través de la imposición de manos, un gesto considerado por la tradición católica el origen del sacramento de la Confirmación, que perpetúa en la Iglesia la gracia de Pentecostés. Y comenzamos el comentario del 1289 (con el marginal 695), que señala cómo pronto se añadió a ese gesto el de la unción con el crisma.- Los signos del samaritano (J. Granados) (16)

Una luz en tu vida 06/07/22

Nos relata el P. Guillermo una anecdota de S. Juan XXIII, en que un obispo le dijo al papa que desde su nombramiento no podía dormir, a lo que el santo Padre contesto: Eso mismo me ocurría a mi, hasta que se me apareció mi angel de la guarda y me dijo: "Geovani, no te consideres tan importante". Dios es el que lleva la Iglesia. ¿Cuantas veces queremos ocupar el lugar de Dios? Nuestra nave la lleva Dios