Lucia, vidente de Fatima, cuenta que en tres ocaciones vió a la Virgen de Fátima que bajaba las manos hacia la Tierra. La mano izquierda es para levantarnos de nuestras caidas, la derecha es para acariciarnos y cuidarnos, porque no nos quiere tristes. Y es que María siempre actua como la Madre nuestra que es. Refugio seguro para vencer caidas y desánimos.
Maria protectora
Lucia, vidente de Fatima, cuenta que en tres ocaciones vió a la Virgen de Fátima que bajaba las manos hacia la Tierra. La mano izquierda es para levantarnos de nuestras caidas, la derecha es para acariciarnos y cuidarnos, porque no nos quiere tristes. Y es que María siempre actua como la Madre nuestra que es. Refugio seguro para vencer caidas y desánimos.