Hijito mío, ¿por qué estás angustiado en tu espíritu? ¿Por qué te ves lleno de miserias y debilidades? Pues bien, he ahí otro motivo para conseguir un beneficio para tu alma. He
ahí otra fuente de mérito para ti. Humíllate delante del buen Dios; pídele continuamente la gracia de salir de este estado de enfermedad y de debilidades; deséalo ardientemente; y
no dejes de hacer lo que sabes que puedes hacer para poder curarte. La divina misericordia nunca ha rechazado a
esta clase de miserables; al contrario, les concede su gracia, poniendo el trono de su gloria sobre su ambición y vileza. (Padre Pío)
Perdón de Dios
Con la ayuda del Señor podemos perdonar toda ofensa, imitando a Cristo, que pidió el perdón para todos al Padre
Hoy el P. Pastor propone el siguiente título: Te hablo al corazón y te perdono siempre.
1262-1263: La gracia del Bautismo: El n. 1262 nos recuerda los dos efectos principales del Bautismo: la purificación de los pecados y el nuevo nacimiento en el Espíritu Santo. El n. 1263 (con los marginales 977 y 1425) nos enseña cómo por el Bautismo son perdonados los pecados, el original y todos los pecados personales, así como todas las penas del pecado.- Vida de S. Ignacio de Loyola (53).
Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. Quien lo vea a Él, ve al Padre. En el evangelio de hoy, quinto domingo de cuaresma, podemos ver como en Cristo se ve esa misericordia infinita de Dios, que no condena, pero que nos pide que no pequemos más.
Hijito mío, ¿por qué estás angustiado en tu espíritu? ¿Por qué te ves lleno de miserias y debilidades? Pues bien, he ahí otro motivo para conseguir un beneficio para tu alma. He
ahí otra fuente de mérito para ti. Humíllate delante del buen Dios; pídele continuamente la gracia de salir de este estado de enfermedad y de debilidades; deséalo ardientemente; y
no dejes de hacer lo que sabes que puedes hacer para poder curarte. La divina misericordia nunca ha rechazado a
esta clase de miserables; al contrario, les concede su gracia, poniendo el trono de su gloria sobre su ambición y vileza. (Padre Pío)
Con la ayuda del Señor podemos perdonar toda ofensa, imitando a Cristo, que pidió el perdón para todos al Padre
Hoy el P. Pastor propone el siguiente título: Te hablo al corazón y te perdono siempre.
1262-1263: La gracia del Bautismo: El n. 1262 nos recuerda los dos efectos principales del Bautismo: la purificación de los pecados y el nuevo nacimiento en el Espíritu Santo. El n. 1263 (con los marginales 977 y 1425) nos enseña cómo por el Bautismo son perdonados los pecados, el original y todos los pecados personales, así como todas las penas del pecado.- Vida de S. Ignacio de Loyola (53).
Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. Quien lo vea a Él, ve al Padre. En el evangelio de hoy, quinto domingo de cuaresma, podemos ver como en Cristo se ve esa misericordia infinita de Dios, que no condena, pero que nos pide que no pequemos más.