DESPUÉS DE LA DEPORTACIÓN:
Terminamos en este programa el segundo libro de los Reyes. Judá queda convertida en una provincia del imperio babilónico con un gobernador nombrado por Babilonia de entre la nobleza local: Godolías. La administración fue trasladada de Jerusalén a Mispá, dado el estado caótico en que había quedado la capital. Godolías dio muestras de ser una persona práctica que aceptaba la situación, pero fue asesinado por Ismael, un judío rebelde a Babilonia. El pueblo se vio obligado a huir a Egipto por miedo a las represalias que pudiera tomar Babilonia. En Babilonia, el rey Yoyaquín es indultado por el nuevo rey caldeo Evil-Merodac, pero aun así permanecerá en Babilonia hasta el final de sus días.
prometida
JOSÍAS CELEBRA LA PASCUA. REINADOS DE JOACAZ, YOYAQUIM Y YOYAQUÍN:
Una vez renovada la Alianza, el rey Josías celebra la Pascua en Jerusalén junto con todo el pueblo. Josías muere en manos del faraón Necó y el pueblo proclama rey a su hijo Joacaz. Pero el faraón Necó lo hace prisionero para que no reine en Jerusalén y nombra rey a Eliaquim, hijo de Josías, a quien cambia el nombre por Yoyaquim. Por otra parte, el poder de Babilonia se extiende por todo Oriente y Yoyaquim acaba reinando como siervo de Babilonia, contra quien termina rebelándose. En su lugar reinó su hijo Yoyaquín, quien a los tres meses de reinado fue llevado prisionero a Babilonia. Nabucodonosor nombra entonces rey a Matatías, tío de Yoyaquín, cambiándole el nombre por Sedecías.
CAÍDA DE SAMARÍA:
Oseas, rey de Israel, se somete a Asiria. Pero al morir Teglatpalasar III y ocupar el trono de Asiria un nuevo rey, Salmanasar V (727-722 a.C.), Oseas ve posibilidades de liberarse del yugo asirio recurriendo a la ayuda de Egipto. El doble juego de la política de Oseas provoca la conquista de Samaría, la deportación de parte de sus habitantes y la desaparición del reino del Norte para siempre.
DINASTÍA DE JEHÚ EN ISRAEL:
El profeta Eliseo envía a uno de sus discípulos a Ramot-Galaad para ungir a Jehú, en nombre el Señor, como rey de Israel, cumpliendo así la orden que Dios había dado a su maestro Elías. El Señor anuncia la muerte de toda la casa de Ajab. Jehú, una vez ungido rey de Israel, se conjura contra el rey Joram que había vuelto a Yizreel para curarse de las heridas que le habían causado los sirios cuando combatía contra Jazael, rey de Siria. Joram, rey de Israel y Ocozías, rey de Judá van al encuentro de Jehú y Jehú acaba con la vida de ambos. Después Jehú acaba también con la vida de Jezabel.
MUERTE DE BEN-HADAD, REY DE SIRIA Y REINADO DE JAZAEL:
Eliseo anuncia siete años de hambre en Israel y le dice a la mujer sunamita, cuyo hijo había resucitado, que emigre al país de los filisteos con su familia y no regrese hasta que acabe la hambruna. Por otra parte, el rey de Siria envía a Jazael, uno de su familia, a preguntar a Eliseo si sanará de su enfermedad. Eliseo le dice a Jazael que sí sanará de esa enfermedad pero que morirá y, al día siguiente, Jazael le asesina reinando en su lugar. El autor sagrado interrumpe la historia de Eliseo y retorna a la de los reyes de Judá que había dejado en I Reyes 22,41-51. Primero sube al trono del rey Joram y más tarde Ocozías. Ambos reyes fueron los causantes de que Judá volviera a practicar de nuevo la idolatría y el sincretismo religioso, pero, a pesar de todo, siguen siendo el eslabón que lleva adelante la sucesión davídica.
DERROTA DEL EJÉRCITO SIRIO:
Ben-Hadad, rey de Siria, reúne a todo su ejército y sube a sitiar Samaría. Debido a la falta de provisiones, los precios se disparan y la población muere de hambre. Joram, rey de Israel, culpa a Eliseo de todo lo ocurrido y quiere matarle, pero Eliseo anuncia que al día siguiente los precios bajarán y que se acabará el hambre. Al día siguiente, el ejército sirio escucha el ruido de carros, de caballos y de un gran ejército y huye dejando todas sus pertenencias en el campamento, por lo que efectivamente se cumple la palabra del profeta Eliseo.
TODAVÍA MÁS MILAGROS DE ELISEO:
Eliseo continúa haciendo milagros. En este programa veremos cómo recupera un hacha del rio Jordán arrojando un palo y haciendo que flote el hacha. Israel y Siria continúan con su guerra. Eliseo no sólo predice las victorias y derrotas, como era habitual en los profetas, sino que da muestras de poseer un conocimiento sobrehumano tanto de los planes de los hombres como de los del mismo Dios.
MÁS MILAGROS DE ELISEO:
Continuamos en este programa con los milagros realizados por Eliseo. Hoy veremos cómo Eliseo, sirviéndose de harina, cambia la naturaleza de unos frutos silvestres venenosos en comestibles; cómo alimenta a cien hombres con veinte panes; y cómo ordena a Naamán el sirio lavarse siete veces en el Jordán para sanar de la lepra.
MILAGROS DE ELISEO:
Continuamos ahora con la narración de una serie de milagros y profecías realizados por Eliseo. Tanto los milagros como las profecías traspasan el ámbito de Israel y de los israelitas, mostrando así que el Dios de Israel es el único y verdadero Dios, Señor de todos los pueblos. Hoy veremos cómo Eliseo socorre a una viuda y a su familia de su acreedor que está a punto de llevarse a sus hijos como esclavos; y cómo recompensa la hospitalidad de un matrimonio de Sunem que le hospeda en su casa.
ELÍAS Y EL REY OCOZÍAS:
En este programa comenzamos con el segundo libro de los Reyes. El relato bíblico se fija de nuevo en el profeta Elías cuya actividad había quedado interrumpida en el capítulo 21 del primer libro de los Reyes. La figura de Elías va a ceder paso a la del profeta Eliseo, que veremos ya en el próximo programa y que será el protagonista de la primera parte del segundo libro de los Reyes. Elías proclama ahora un oráculo de condena contra el rey Ocozías por haber creído y consultado a dioses extraños en vez de la Palabra de Dios proclamada a través de sus profetas.
Construcción del palacio real:
Una vez edificado el Templo, Salomón recubre las paredes de piedra con madera de cedro y el suelo con madera de abeto y dispone el Santo de los Santos en el interior, al fondo del Templo, para colocar allí el Arca de la Alianza. A continuación, Salomón recubre de oro todo el Templo, absolutamente todo. Tras siete años de construcción, el Templo queda terminado y Salomón comienza la construcción de su palacio, que durará trece años. Comparando la extensión y el detalle con que se narra la construcción del Templo con lo que se dedica al palacio, claramente se percibe cuál es el interés del redactor y dónde sitúa la importancia de Salomón como constructor: en las cosas relacionadas con el Señor y su culto.
CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO:
Salomón comienza con los preparativos para la construcción del Templo en el monte Moriah. Para ello, recluta miles de hombres, ordena que se extraigan y labren piedras grandes y costosas para cimentar el Templo y que se corten cedros y abetos del Líbano. Finalmente, construye un templo de planta rectangular de treinta y tres metros de largo, once de ancho y dieciséis de alto; con un atrio descubierto delante de la misma anchura y de cinco metros de largo. Según se accedía desde fuera, primero estaba el atrio exterior con dos grandes columnas de bronce ante las puertas del Templo; después el santuario cubierto, donde estaban los utensilios de culto; finalmente, al fondo, se encontraba el Santo de los Santos, que contenía el Arca de la Alianza con dos querubines y un altar para quemar perfumes. Las dependencias adyacentes en forma escalonada hacia el exterior estaban destinadas a los servicios del Templo.
DESPUÉS DE LA DEPORTACIÓN:
Terminamos en este programa el segundo libro de los Reyes. Judá queda convertida en una provincia del imperio babilónico con un gobernador nombrado por Babilonia de entre la nobleza local: Godolías. La administración fue trasladada de Jerusalén a Mispá, dado el estado caótico en que había quedado la capital. Godolías dio muestras de ser una persona práctica que aceptaba la situación, pero fue asesinado por Ismael, un judío rebelde a Babilonia. El pueblo se vio obligado a huir a Egipto por miedo a las represalias que pudiera tomar Babilonia. En Babilonia, el rey Yoyaquín es indultado por el nuevo rey caldeo Evil-Merodac, pero aun así permanecerá en Babilonia hasta el final de sus días.
JOSÍAS CELEBRA LA PASCUA. REINADOS DE JOACAZ, YOYAQUIM Y YOYAQUÍN:
Una vez renovada la Alianza, el rey Josías celebra la Pascua en Jerusalén junto con todo el pueblo. Josías muere en manos del faraón Necó y el pueblo proclama rey a su hijo Joacaz. Pero el faraón Necó lo hace prisionero para que no reine en Jerusalén y nombra rey a Eliaquim, hijo de Josías, a quien cambia el nombre por Yoyaquim. Por otra parte, el poder de Babilonia se extiende por todo Oriente y Yoyaquim acaba reinando como siervo de Babilonia, contra quien termina rebelándose. En su lugar reinó su hijo Yoyaquín, quien a los tres meses de reinado fue llevado prisionero a Babilonia. Nabucodonosor nombra entonces rey a Matatías, tío de Yoyaquín, cambiándole el nombre por Sedecías.
CAÍDA DE SAMARÍA:
Oseas, rey de Israel, se somete a Asiria. Pero al morir Teglatpalasar III y ocupar el trono de Asiria un nuevo rey, Salmanasar V (727-722 a.C.), Oseas ve posibilidades de liberarse del yugo asirio recurriendo a la ayuda de Egipto. El doble juego de la política de Oseas provoca la conquista de Samaría, la deportación de parte de sus habitantes y la desaparición del reino del Norte para siempre.
DINASTÍA DE JEHÚ EN ISRAEL:
El profeta Eliseo envía a uno de sus discípulos a Ramot-Galaad para ungir a Jehú, en nombre el Señor, como rey de Israel, cumpliendo así la orden que Dios había dado a su maestro Elías. El Señor anuncia la muerte de toda la casa de Ajab. Jehú, una vez ungido rey de Israel, se conjura contra el rey Joram que había vuelto a Yizreel para curarse de las heridas que le habían causado los sirios cuando combatía contra Jazael, rey de Siria. Joram, rey de Israel y Ocozías, rey de Judá van al encuentro de Jehú y Jehú acaba con la vida de ambos. Después Jehú acaba también con la vida de Jezabel.
MUERTE DE BEN-HADAD, REY DE SIRIA Y REINADO DE JAZAEL:
Eliseo anuncia siete años de hambre en Israel y le dice a la mujer sunamita, cuyo hijo había resucitado, que emigre al país de los filisteos con su familia y no regrese hasta que acabe la hambruna. Por otra parte, el rey de Siria envía a Jazael, uno de su familia, a preguntar a Eliseo si sanará de su enfermedad. Eliseo le dice a Jazael que sí sanará de esa enfermedad pero que morirá y, al día siguiente, Jazael le asesina reinando en su lugar. El autor sagrado interrumpe la historia de Eliseo y retorna a la de los reyes de Judá que había dejado en I Reyes 22,41-51. Primero sube al trono del rey Joram y más tarde Ocozías. Ambos reyes fueron los causantes de que Judá volviera a practicar de nuevo la idolatría y el sincretismo religioso, pero, a pesar de todo, siguen siendo el eslabón que lleva adelante la sucesión davídica.
DERROTA DEL EJÉRCITO SIRIO:
Ben-Hadad, rey de Siria, reúne a todo su ejército y sube a sitiar Samaría. Debido a la falta de provisiones, los precios se disparan y la población muere de hambre. Joram, rey de Israel, culpa a Eliseo de todo lo ocurrido y quiere matarle, pero Eliseo anuncia que al día siguiente los precios bajarán y que se acabará el hambre. Al día siguiente, el ejército sirio escucha el ruido de carros, de caballos y de un gran ejército y huye dejando todas sus pertenencias en el campamento, por lo que efectivamente se cumple la palabra del profeta Eliseo.
TODAVÍA MÁS MILAGROS DE ELISEO:
Eliseo continúa haciendo milagros. En este programa veremos cómo recupera un hacha del rio Jordán arrojando un palo y haciendo que flote el hacha. Israel y Siria continúan con su guerra. Eliseo no sólo predice las victorias y derrotas, como era habitual en los profetas, sino que da muestras de poseer un conocimiento sobrehumano tanto de los planes de los hombres como de los del mismo Dios.
MÁS MILAGROS DE ELISEO:
Continuamos en este programa con los milagros realizados por Eliseo. Hoy veremos cómo Eliseo, sirviéndose de harina, cambia la naturaleza de unos frutos silvestres venenosos en comestibles; cómo alimenta a cien hombres con veinte panes; y cómo ordena a Naamán el sirio lavarse siete veces en el Jordán para sanar de la lepra.
MILAGROS DE ELISEO:
Continuamos ahora con la narración de una serie de milagros y profecías realizados por Eliseo. Tanto los milagros como las profecías traspasan el ámbito de Israel y de los israelitas, mostrando así que el Dios de Israel es el único y verdadero Dios, Señor de todos los pueblos. Hoy veremos cómo Eliseo socorre a una viuda y a su familia de su acreedor que está a punto de llevarse a sus hijos como esclavos; y cómo recompensa la hospitalidad de un matrimonio de Sunem que le hospeda en su casa.
ELÍAS Y EL REY OCOZÍAS:
En este programa comenzamos con el segundo libro de los Reyes. El relato bíblico se fija de nuevo en el profeta Elías cuya actividad había quedado interrumpida en el capítulo 21 del primer libro de los Reyes. La figura de Elías va a ceder paso a la del profeta Eliseo, que veremos ya en el próximo programa y que será el protagonista de la primera parte del segundo libro de los Reyes. Elías proclama ahora un oráculo de condena contra el rey Ocozías por haber creído y consultado a dioses extraños en vez de la Palabra de Dios proclamada a través de sus profetas.
Construcción del palacio real:
Una vez edificado el Templo, Salomón recubre las paredes de piedra con madera de cedro y el suelo con madera de abeto y dispone el Santo de los Santos en el interior, al fondo del Templo, para colocar allí el Arca de la Alianza. A continuación, Salomón recubre de oro todo el Templo, absolutamente todo. Tras siete años de construcción, el Templo queda terminado y Salomón comienza la construcción de su palacio, que durará trece años. Comparando la extensión y el detalle con que se narra la construcción del Templo con lo que se dedica al palacio, claramente se percibe cuál es el interés del redactor y dónde sitúa la importancia de Salomón como constructor: en las cosas relacionadas con el Señor y su culto.
CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO:
Salomón comienza con los preparativos para la construcción del Templo en el monte Moriah. Para ello, recluta miles de hombres, ordena que se extraigan y labren piedras grandes y costosas para cimentar el Templo y que se corten cedros y abetos del Líbano. Finalmente, construye un templo de planta rectangular de treinta y tres metros de largo, once de ancho y dieciséis de alto; con un atrio descubierto delante de la misma anchura y de cinco metros de largo. Según se accedía desde fuera, primero estaba el atrio exterior con dos grandes columnas de bronce ante las puertas del Templo; después el santuario cubierto, donde estaban los utensilios de culto; finalmente, al fondo, se encontraba el Santo de los Santos, que contenía el Arca de la Alianza con dos querubines y un altar para quemar perfumes. Las dependencias adyacentes en forma escalonada hacia el exterior estaban destinadas a los servicios del Templo.