Resistencia a la Gracia

Solo Dios: el hermano Rafael 09/09/19

Leemos y comentamos, hoy, la carta del 11 de noviembre de 1935, dirigida a su tía María, la duquesa de Maqueda. Le reprocha a su tía, a la que trata como hermana en la fe, que escriba pocas cosas sobre la Virgen, es más, le dice que él ha tomado por costumbre no escribir nada a nadie sin mencionar a la Virgen, porque su vocación se la debe a Ella, y porque Ella nos ama tanto. Le habla también de la resistencia a la Gracia por parte de los hombres. La de cosas que hace Dios por nosotros y vaya respuesta la nuestra. ¡Que ciegos y torpes somos! En la segunda parte del programa vamos a leer la carta del 16 de noviembre de 1935, también a su tía María carta muy extensa que nos ocupará algunos programas, y que es respuesta a la última remitida por ella. Cabe destacar, en primer lugar, lo que se sufre cuando en la cruz no vemos a Jesús crucificado, y solo se ve la cruz seca, negra y ensangrentada. Lo que es seguro es que, escondido, nos mira el Señor, por lo que deberemos seguir amando a pesar de todos los sufrimientos. Terminamos con la oración del Hno. Rafael de título “Solo Dios ocupa mi alma”

Solo Dios: el hermano Rafael 09/09/19

Leemos y comentamos, hoy, la carta del 11 de noviembre de 1935, dirigida a su tía María, la duquesa de Maqueda. Le reprocha a su tía, a la que trata como hermana en la fe, que escriba pocas cosas sobre la Virgen, es más, le dice que él ha tomado por costumbre no escribir nada a nadie sin mencionar a la Virgen, porque su vocación se la debe a Ella, y porque Ella nos ama tanto. Le habla también de la resistencia a la Gracia por parte de los hombres. La de cosas que hace Dios por nosotros y vaya respuesta la nuestra. ¡Que ciegos y torpes somos! En la segunda parte del programa vamos a leer la carta del 16 de noviembre de 1935, también a su tía María carta muy extensa que nos ocupará algunos programas, y que es respuesta a la última remitida por ella. Cabe destacar, en primer lugar, lo que se sufre cuando en la cruz no vemos a Jesús crucificado, y solo se ve la cruz seca, negra y ensangrentada. Lo que es seguro es que, escondido, nos mira el Señor, por lo que deberemos seguir amando a pesar de todos los sufrimientos. Terminamos con la oración del Hno. Rafael de título “Solo Dios ocupa mi alma”