DEDICACIÓN DEL TEMPLO Y CELEBRACIÓN DE LA PASCUA:
Finalmente, la providencia de Dios hizo que se esclareciera la situación con respecto a la legalidad de las obras, de tal forma que Darío las autorizó de nuevo. Además, los repatriados recibieron un trato de favor por parte del rey persa. Una vez finalizada la construcción del Templo, los hijos de Israel celebraron la dedicación de este Templo de Dios con alegría y la Pascua en acción de gracias a Dios por permitirles regresar de Babilonia, reconstruir el Templo y recomenzar su vida en la tierra que les había prometido.
TENSIONES POR LA CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO:
Las dificultades comienzan cuando los samaritanos quieren participar en la reconstrucción del Templo. Los samaritanos habían ocupado Jerusalén tras la deportación a Babilonia y se habían mezclado con los judíos que no fueron deportados. Su participación en la construcción del Templo les hubiera otorgado el derecho de ofrecer allí sacrificios a sus dioses paganos y esto no podía ser aceptado en modo alguno por los repatriados, quienes querían mantener su identidad judía a toda costa. Finalmente, los samaritanos lograron que las obras de reconstrucción quedaran suspendidas.
LOS DESTERRADOS REGRESAN DE BABILONIA:
El libro de Esdras comienza narrando cómo el Señor mueve el espíritu del rey Ciro de Persia para emitir un edicto que permite a los desterrados regresar a Jerusalén y reconstruir el Templo. Así, nos dice la Biblia, los cabezas de familia de Judá y Benjamín, junto con los sacerdotes y levitas y todos aquellos a los que Dios había despertado el espíritu para que subieran a edificar la casa del Señor que está en Jerusalén, se pusieron en marcha. El autor recoge en un censo a los miembros de ese nuevo pueblo para mantener vivo el recuerdo de los que fueron pioneros en la reconstrucción del pueblo y para dejar constancia de su pertenencia a él.
1.) FIESTA DE LA DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN;
2.) Lecturas: Ez 47, 1-2.8-9.12; Sal 45, 2-9;
3.) Evangelio: Lc 17, 7-10 «Hablaba del templo de su cuerpo»
TEMPLOS VIVOS: la presencia de Dios dentro de nosotros, a través de la vida de San Agustín, de la Sagrada Escritura y del ejemplo de Jérôme Lejeune y otras vidas ejemplares. Además, vemos cómo llevarlo a cabo en nuestras vidas.
1.) Martes XXXIV del Tiempo Ordinario. Santa Cecilia, vg mr (Memoria Obligatoria);
2.) Lecturas: Ap 14, 14-19; Sal 95, 10-13;
3.) Evangelio: Lc 21, 5-11 «No quedará piedra sobre piedra»
1.) Sábado III de Cuaresma;
2.) Lecturas: Os 6, 1-6; Sal 50, 3-4.18-21;
3.) Evangelio: Lc 18, 9-14 "El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no"
ORACIÓN DE SALOMÓN (3ª parte) Y CONSAGRACIÓN DEL TEMPLO:
En los dos programas anteriores vimos que la oración de Salomón, pieza central en el relato de la Dedicación del Templo, tiene tres partes: la primera es una bendición —acción de gracias a Dios— por haber cumplido sus promesas; la segunda es una súplica en favor de los sucesores de David, de todo el pueblo e incluso de los extranjeros residentes en el país; y la tercera, que comentamos hoy, es una bendición al pueblo introduciendo una nueva súplica por Israel. Con esta nueva bendición Salomón concluye su plegaria y dedica el templo ofreciendo sacrificios al Señor, junto con todo el pueblo, durante siete días. Al octavo día Salomón despide al pueblo, éste bendice al rey, y todos regresan a sus casas con el corazón lleno de gozo por los bienes que el Señor les ha concedido. El Señor, tras escuchar la oración de Salomón, le hace una nueva promesa.
DEDICACIÓN DEL TEMPLO Y CELEBRACIÓN DE LA PASCUA:
Finalmente, la providencia de Dios hizo que se esclareciera la situación con respecto a la legalidad de las obras, de tal forma que Darío las autorizó de nuevo. Además, los repatriados recibieron un trato de favor por parte del rey persa. Una vez finalizada la construcción del Templo, los hijos de Israel celebraron la dedicación de este Templo de Dios con alegría y la Pascua en acción de gracias a Dios por permitirles regresar de Babilonia, reconstruir el Templo y recomenzar su vida en la tierra que les había prometido.
TENSIONES POR LA CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO:
Las dificultades comienzan cuando los samaritanos quieren participar en la reconstrucción del Templo. Los samaritanos habían ocupado Jerusalén tras la deportación a Babilonia y se habían mezclado con los judíos que no fueron deportados. Su participación en la construcción del Templo les hubiera otorgado el derecho de ofrecer allí sacrificios a sus dioses paganos y esto no podía ser aceptado en modo alguno por los repatriados, quienes querían mantener su identidad judía a toda costa. Finalmente, los samaritanos lograron que las obras de reconstrucción quedaran suspendidas.
LOS DESTERRADOS REGRESAN DE BABILONIA:
El libro de Esdras comienza narrando cómo el Señor mueve el espíritu del rey Ciro de Persia para emitir un edicto que permite a los desterrados regresar a Jerusalén y reconstruir el Templo. Así, nos dice la Biblia, los cabezas de familia de Judá y Benjamín, junto con los sacerdotes y levitas y todos aquellos a los que Dios había despertado el espíritu para que subieran a edificar la casa del Señor que está en Jerusalén, se pusieron en marcha. El autor recoge en un censo a los miembros de ese nuevo pueblo para mantener vivo el recuerdo de los que fueron pioneros en la reconstrucción del pueblo y para dejar constancia de su pertenencia a él.
1.) FIESTA DE LA DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN;
2.) Lecturas: Ez 47, 1-2.8-9.12; Sal 45, 2-9;
3.) Evangelio: Lc 17, 7-10 «Hablaba del templo de su cuerpo»
TEMPLOS VIVOS: la presencia de Dios dentro de nosotros, a través de la vida de San Agustín, de la Sagrada Escritura y del ejemplo de Jérôme Lejeune y otras vidas ejemplares. Además, vemos cómo llevarlo a cabo en nuestras vidas.
1.) Martes XXXIV del Tiempo Ordinario. Santa Cecilia, vg mr (Memoria Obligatoria);
2.) Lecturas: Ap 14, 14-19; Sal 95, 10-13;
3.) Evangelio: Lc 21, 5-11 «No quedará piedra sobre piedra»
1.) Sábado III de Cuaresma;
2.) Lecturas: Os 6, 1-6; Sal 50, 3-4.18-21;
3.) Evangelio: Lc 18, 9-14 "El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no"
ORACIÓN DE SALOMÓN (3ª parte) Y CONSAGRACIÓN DEL TEMPLO:
En los dos programas anteriores vimos que la oración de Salomón, pieza central en el relato de la Dedicación del Templo, tiene tres partes: la primera es una bendición —acción de gracias a Dios— por haber cumplido sus promesas; la segunda es una súplica en favor de los sucesores de David, de todo el pueblo e incluso de los extranjeros residentes en el país; y la tercera, que comentamos hoy, es una bendición al pueblo introduciendo una nueva súplica por Israel. Con esta nueva bendición Salomón concluye su plegaria y dedica el templo ofreciendo sacrificios al Señor, junto con todo el pueblo, durante siete días. Al octavo día Salomón despide al pueblo, éste bendice al rey, y todos regresan a sus casas con el corazón lleno de gozo por los bienes que el Señor les ha concedido. El Señor, tras escuchar la oración de Salomón, le hace una nueva promesa.