San Cirilo de Jerusalén y San Bernardo nos ayudan a comenzar el Adviento recordándonos las dos venidas y cómo Cristo viene en los fieles que guardan su palabra. Continuamos con la lectura del Éxodo: el bastón que se convierte en serpiente es signo de la cruz del Señor y San Isidoro advierte sobre los pecados y pecadores prefigurados en las diez plagas.
Venida de Cristo
Comienza el tiempo de Adviento y esto se pone interesante. Nos vamos a preparar para la venida de Cristo. Pero atención, que esto exige alguna actitud. La Misa es una aliada perfecta para centrar esto bien. Es escuela. ¡Al lío!
EL HIJO DEL HOMBRE VENDRÁ SOBRE LAS NUBES CON GRAN PODER Y MAJESTAD. Canciones de Verónica Sanfilippo, Pablo Martínez, La Copa de la Vida y el Ministerio Nacional de Alabanza de la RCCE.
Estamos acercandonos al finla del año litúrgico. Se nos presenta el fin del mundo con la venida de Cristo triunfante, pero ahora mismo, también se nos presenta en cualquier momento y lugar. Velemos para recibirlo como Él desea
Comenzamos el Adviento para prepararnos para la venida de Jesús, que en verdad viene y desea ser recibido. De nosotros depende aceptarlo y recibirlo, o que todo quede como una gran fiesta de luces
1.) Viernes XXXII Semana de Tiempo Ordinario. San Alberto Magno, ob dc (Memoria Libre);
2.) Lecturas: 2 Jn 4-9 «Quien permanece en la doctrina, este posee al Padre y al Hijo»; Sal 118, 1-2.10-11.17-18 «Dichoso el que camina en la ley del Señor»;
3.) Evangelio: Lc 17, 26-37 «El día que se revele el Hijo del hombre».
1.) Jueves XXXII Semana de Tiempo Ordinario;
2.) Lecturas: Flm 1, 7-20 «Recóbralo, no como esclavo, sino como un hermano querido»; Sal 145, 6c-10 «Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob»;
3.) Evangelio: Lc 17, 20-25 «El reino de Dios está en medio de vosotros».
Se aproxima el fin del año litúrgico, y las lecturas de la liturgia nos recuerdan el final de los tiempos, cuando Critso volverá de nuevo. Parece que tarda, pero hemos de darnos tiempo y esperar con las lamparas encendidas, con todo interes y deseo de ver al Señor. Cuidemos de nuestra fe, esperanza y amor
San Cirilo de Jerusalén y San Bernardo nos ayudan a comenzar el Adviento recordándonos las dos venidas y cómo Cristo viene en los fieles que guardan su palabra. Continuamos con la lectura del Éxodo: el bastón que se convierte en serpiente es signo de la cruz del Señor y San Isidoro advierte sobre los pecados y pecadores prefigurados en las diez plagas.
Comienza el tiempo de Adviento y esto se pone interesante. Nos vamos a preparar para la venida de Cristo. Pero atención, que esto exige alguna actitud. La Misa es una aliada perfecta para centrar esto bien. Es escuela. ¡Al lío!
EL HIJO DEL HOMBRE VENDRÁ SOBRE LAS NUBES CON GRAN PODER Y MAJESTAD. Canciones de Verónica Sanfilippo, Pablo Martínez, La Copa de la Vida y el Ministerio Nacional de Alabanza de la RCCE.
Estamos acercandonos al finla del año litúrgico. Se nos presenta el fin del mundo con la venida de Cristo triunfante, pero ahora mismo, también se nos presenta en cualquier momento y lugar. Velemos para recibirlo como Él desea
Comenzamos el Adviento para prepararnos para la venida de Jesús, que en verdad viene y desea ser recibido. De nosotros depende aceptarlo y recibirlo, o que todo quede como una gran fiesta de luces
1.) Viernes XXXII Semana de Tiempo Ordinario. San Alberto Magno, ob dc (Memoria Libre);
2.) Lecturas: 2 Jn 4-9 «Quien permanece en la doctrina, este posee al Padre y al Hijo»; Sal 118, 1-2.10-11.17-18 «Dichoso el que camina en la ley del Señor»;
3.) Evangelio: Lc 17, 26-37 «El día que se revele el Hijo del hombre».
1.) Jueves XXXII Semana de Tiempo Ordinario;
2.) Lecturas: Flm 1, 7-20 «Recóbralo, no como esclavo, sino como un hermano querido»; Sal 145, 6c-10 «Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob»;
3.) Evangelio: Lc 17, 20-25 «El reino de Dios está en medio de vosotros».
Se aproxima el fin del año litúrgico, y las lecturas de la liturgia nos recuerdan el final de los tiempos, cuando Critso volverá de nuevo. Parece que tarda, pero hemos de darnos tiempo y esperar con las lamparas encendidas, con todo interes y deseo de ver al Señor. Cuidemos de nuestra fe, esperanza y amor