La imagen de Jesús "Divina Misericordia" (I).
El 7 de junio de 1997, el entonces Papa Juan Pablo II, al rezar ante esta imagen, dijo:
Cada uno puede venir acá, contemplar este cuadro de Jesús misericordioso, su Corazón que irradia gracias, y escuchar en lo más íntimo de su alma lo que oyó Sor María Faustina del Santísimo Sacramento:
“Si quien contempla esa imagen de Jesús resucitado, responde con sinceridad de corazón: «¡Jesús, confío en ti!», encontrará consuelo en todas sus angustias y en todos sus temores. En este diálogo de abandono se establece entre el hombre y Cristo un vínculo particular, que genera amor. Y «en el amor no hay temor, sino que el amor perfecto expulsa el temor» como escribe San Juan Evangelista en su primera carta capítulo 4, versículo 18.