Presentamos el 2º capítulo dedicado a la vida de San Luis Gonzaga. Se corresponde con su niñez y juventud, hasta que obtuvo el permiso de su padre para entrar en religión. Aproximadamente de los 7 a los 17 años.
No le fue fácil, era el primogénito del marqués y estaba destinado a suceder a su padre en el gobierno del marquesado, además su padre veía en él las cualidades necesarias para ello. Durante largos años su padre redobló sus esfuerzos para apartarle de su vocación religiosa y se dedicase a los negocios familiares y políticos, pero la llamada de Dios en Luis era irresistible y apremiante, no tuvo ninguna duda, además siempre consideró a Dios antes que a todo lo demás incluso a su padre.