Don Bosco es mayor y según el doctor Combal de Montpellier es un milagro que siga vivo por el extremo desgaste que tiene su cuerpo, aun así visita Barcelona, que fue todo un acontecimiento para la ciudad y fue recibido con todos los honores.
Resultaron unos días intensos y emotivos, conoció a la gran colaboradora Salesiana, doña Dorotea Chopitea de Serra.
Mucha gente le acosaba pidiendo su bendición y realizó muchos milagros que se supieron un tiempo después, pues para reprimir el entusiasmo popular, le pedía a la Santísima Virgen que los retardara.
Don Bosco, envejecido, necesitaba ayuda para caminar, sentía que las fuerzas disminuían, pero aún así decía con firmeza, que mientras tuviera un hilo de vida seguiría trabajando por el provecho espiritual y corporal de los niños del Oratorio.