827-828: La Iglesia, santa y necesitada de purificación porque abraza en su seno a los pecadores, reconoce el poder del Espíritu Santo que actúa en ella, al canonizar a algunos fieles: En el n. 827 (con los marginales 1426 y 1428), vemos que la Iglesia santa abraza en su seno a los pecadores; todos sus miembros lo somos y llamados a la perfecta conversión. Pero también vemos, en el n. 828, que llegan a la santidad muchos de sus hijos, algunos de los cuales son canonizados.- Testimonio: Chiara Lubich (13).