VISITA DE LA REINA DE SABA:
La reina de Saba, al enterarse de la fama de sabiduría que tenía Salomón, fue a visitarle para ponerlo a prueba con enigmas. Entró en Jerusalén con un espléndido séquito: camellos cargados de aromas, oro y piedras preciosas. La reina de Saba se presentó ante Salomón y le expuso todo lo que tenía pensado. Salomón respondió a todas sus preguntas; no hubo ninguna cuestión desconocida para el rey, ninguna que éste no resolviese. Según una tradición judía, aceptada comúnmente por los Padres sirios, Salomón contrajo matrimonio con esta reina que supo admirar no sólo la sabiduría de Salomón, sino también la riqueza y el esplendor de su reino.