SALUM, MENAJEM, PECAJÍAS, PECAJ Y OSEAS EN ISRAEL. JOTAM Y AJAZ EN JUDÁ:
A partir de la desaparición de la dinastía de Jehú, en el reino de Israel se suceden los cambios de reyes con rapidez y de forma violenta hasta llegar al trágico desenlace de la invasión asiria en el año 722. Judá entretanto goza de bastante estabilidad política con Jotam y con Ajaz. La política de estos reyes de Judá —aunque con excepciones— es distinta de la que siguieron los reyes del Norte. Éstos, frente al poder asirio que ya se desplegaba por todo el oriente, hacen una alianza con Siria y tratan de resistir. La consecuencia fue primero la caída de Damasco y después la de Samaría. En cambio, el rey de Judá, Ajaz, se somete a Asiria, aunque por ello tenga que sufrir el ataque de Israel y Siria aliados entre sí. El resultado fue que Jerusalén se salvó.
AMASÍAS Y AZARÍAS EN JUDÁ. JEROBOAM II Y ZACARÍAS EN ISRAEL:
Tras la muerte de Eliseo, el autor sagrado continúa ocupándose paralelamente de los reyes de Israel y de Judá hasta la caída de Samaría en el año 722. Con Jeroboam II y Zacarías, reyes de Israel, termina el periodo de la historia de Israel marcado por el gobierno de la dinastía de Jehú (años 842-747 a.C.). Fueron tiempos prósperos para Israel, especialmente bajo el reinado de Jeroboam II. Los reyes de Judá entretanto, aunque inferiores en fuerza, representan la esperanza de futuro por ser los descendientes de David.
JOACAZ Y JOÁS, REYES DE ISRAEL. MUERTE DE ELISEO:
Entre los reyes del reino del Norte, Jehú fue el defensor del culto al Señor y el destructor del culto a Baal. Por eso Dios le prometió que su dinastía tendría continuidad por cuatro generaciones. Esa promesa comienza a cumplirse con los reinados de Joacaz y Joás. Estos reyes, aunque reprobables para el autor sagrado como todos los reyes del Norte, practican el culto al Señor, Dios de Israel, y consultan a su profeta Eliseo, quien, antes de morir, anuncia la victoria sobre Siria, y sus palabras se cumplen exactamente tras su muerte.
ATALÍA Y JOÁS, REYES DE JUDÁ:
Nos trasladamos de Israel a Judá. Con la familia de Ajab el culto a Baal se había introducido no sólo en Israel sino también en Judá al casarse el rey Joram con Atalía, de la casa de Ajab. Por tanto, en Judá también era necesario una purificación similar a la que Jehú había llevado a cabo en el reino del Norte. Pero la diferencia entre Israel y Judá es que en Judá debía permanecer la dinastía de David según la promesa de 2 S 7,1-17. Por eso Dios guía los acontecimientos de otra forma: mediante la salvación providencial de Joás, hijo del rey Ocozías, que es ungido en el Templo y, tras la muerte de la reina idólatra Atalía, mediante la renovación de la Alianza y la entronización del rey Joás, descendiente de David.
MUERTE DE JEHÚ, REY DE ISRAEL:
Después de acabar con las vidas Joram, Ocozías y Jezabel, Jehú borra toda huella de la familia de Joram, designada como Ajab, toda huella de la familia de Ocozías y, finalmente, toda huella de los profetas y seguidores de Baal apoyados por Jezabel. Pero Jehú, una vez que extirpó de Israel a Baal, siguió adorando a los becerros de oro que había en Betel y en Dan. De ahí que el reinado de Jehú se valore negativamente y que los reveses que Jehú sufre frente a los enemigos exteriores sean presentados como castigo de Dios a Israel.
DINASTÍA DE JEHÚ EN ISRAEL:
El profeta Eliseo envía a uno de sus discípulos a Ramot-Galaad para ungir a Jehú, en nombre el Señor, como rey de Israel, cumpliendo así la orden que Dios había dado a su maestro Elías. El Señor anuncia la muerte de toda la casa de Ajab. Jehú, una vez ungido rey de Israel, se conjura contra el rey Joram que había vuelto a Yizreel para curarse de las heridas que le habían causado los sirios cuando combatía contra Jazael, rey de Siria. Joram, rey de Israel y Ocozías, rey de Judá van al encuentro de Jehú y Jehú acaba con la vida de ambos. Después Jehú acaba también con la vida de Jezabel.
MUERTE DE BEN-HADAD, REY DE SIRIA Y REINADO DE JAZAEL:
Eliseo anuncia siete años de hambre en Israel y le dice a la mujer sunamita, cuyo hijo había resucitado, que emigre al país de los filisteos con su familia y no regrese hasta que acabe la hambruna. Por otra parte, el rey de Siria envía a Jazael, uno de su familia, a preguntar a Eliseo si sanará de su enfermedad. Eliseo le dice a Jazael que sí sanará de esa enfermedad pero que morirá y, al día siguiente, Jazael le asesina reinando en su lugar. El autor sagrado interrumpe la historia de Eliseo y retorna a la de los reyes de Judá que había dejado en I Reyes 22,41-51. Primero sube al trono del rey Joram y más tarde Ocozías. Ambos reyes fueron los causantes de que Judá volviera a practicar de nuevo la idolatría y el sincretismo religioso, pero, a pesar de todo, siguen siendo el eslabón que lleva adelante la sucesión davídica.
DERROTA DEL EJÉRCITO SIRIO:
Ben-Hadad, rey de Siria, reúne a todo su ejército y sube a sitiar Samaría. Debido a la falta de provisiones, los precios se disparan y la población muere de hambre. Joram, rey de Israel, culpa a Eliseo de todo lo ocurrido y quiere matarle, pero Eliseo anuncia que al día siguiente los precios bajarán y que se acabará el hambre. Al día siguiente, el ejército sirio escucha el ruido de carros, de caballos y de un gran ejército y huye dejando todas sus pertenencias en el campamento, por lo que efectivamente se cumple la palabra del profeta Eliseo.
TODAVÍA MÁS MILAGROS DE ELISEO:
Eliseo continúa haciendo milagros. En este programa veremos cómo recupera un hacha del rio Jordán arrojando un palo y haciendo que flote el hacha. Israel y Siria continúan con su guerra. Eliseo no sólo predice las victorias y derrotas, como era habitual en los profetas, sino que da muestras de poseer un conocimiento sobrehumano tanto de los planes de los hombres como de los del mismo Dios.
MÁS MILAGROS DE ELISEO:
Continuamos en este programa con los milagros realizados por Eliseo. Hoy veremos cómo Eliseo, sirviéndose de harina, cambia la naturaleza de unos frutos silvestres venenosos en comestibles; cómo alimenta a cien hombres con veinte panes; y cómo ordena a Naamán el sirio lavarse siete veces en el Jordán para sanar de la lepra.
Radio María se mantiene exclusivamente con las donaciones de sus oyentes. Ayúdenos a continuar esta obra de la Virgen con su donativo, por pequeño que sea.
Esta web utiliza cookies para fines analíticos y que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Cookies estrictamente necesarias
Las cookies estrictamente necesarias tienen que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.