En esta ocasión, hablamos del genial arquitecto Antonio Gaudí, siervo de Dios, tras el aniversario de su fallecimiento el pasado 10 de junio y el próximo aniversario de su nacimiento, el 25 de junio. Todo parece indicar que está ya muy cerca el reconocimiento de sus virtudes heroicas por parte de la Iglesia. Estamos ante un arquitecto genial, sin duda, pero, sobre todo, ante un hombre de Dios, un laico en el que resplandece la vocación universal a la santidad. El también arquitecto José Manuel Almuzara escribe que detrás “de cada símbolo o de cada escultura [ideados por Gaudí] hay un estudio, un trabajo, una oración que se nos transmite para ayudarnos a descubrir el mundo maravilloso del amor de Dios, que se manifiesta en las cosas creadas y en los hombres". La Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, obra por excelencia de Gaudí, es la expresión en piedra de la fe católica, llena de Teología y de simbolismo cristiano en todas y cada una de sus piedras, en todos y cada uno de sus rincones.