Hoy haremos el comentario a la meditación titulada “Mi cuaderno”, de fecha 18 de enero de 1937 con la finalizábamos la semana pasada. Cuantas personas dejan sus pensamientos en unos escritos, Rafael dice que lo hace por Vanidad, pero nosotros debemos entender que son los pensamientos y sensaciones de un santo. En estos escritos vamos a descubrir como siente el alma de un santo, y como va evolucionando su relación con el Señor y la Virgen. Estos escritos son, al fin y al cabo, una prolongación de su oración que quiere plasmar sobre el papel, pero, sobre todo, Rafael quiere que el que lea sus escritos se acerque a Dios.
En la segunda parte del programa de hoy vamos a tratar la meditación de fecha 20 de enero de 1937, y que lleva por título “Meditación de unas palabras de Kempis”. Dice Rafael, apoyándose en unas palabras de Kempis, que muchos hombres entendemos que la paz de Dios es no tener problemas, ni preocupaciones, pero que lo que buscamos no es la paz de Dios, sino la nuestra, porque Dios nos ama y nos manda pruebas y consiente tentaciones para fortalecernos y que merezcamos. Dios nos quiere como Él está, en la Cruz. Dichoso el hombre que busca la paz en las llagas de Cristo.