Solo Dios: el hermano Rafael 29/06/20

Seguimos conociendo la espiritualidad de S. Rafael Arnaiz, y hoy comentaremos la carta del 9 de febrero de 1936 que enviaba a su padre. Lo primero a destacar es que ya está en la Trapa y ahora es por obediencia como debe regular su vida. Continua Rafael con las diferencias de vida con el resto de los monjes; él estudia latín, pero no puede trabajar en la huerta; él puede trabajar con la escoba, pero no puede madrugar para rezar maitines como todos los demás. Finalmente, Rafael habla de dos temas, lo feliz que se siente en La Trapa, pero que sabe que el mundo no entiende que “encerrado” allí se pueda ser tan feliz. El segundo tema es la petición, que les han hecho a los monjes, de oraciones y penitencias por España, y es que la situación es verdaderamente grave. Él quiere pedir por su patria para que Dios tenga piedad de ella. Otro detalle, que resalta su trasfondo carmelitano, es la devoción grande por la Virgen del Carmen, a la que pide que cuide a su padre y que lo haga santo. Como conclusión, deberíamos preguntarnos, como hace San Rafael Arnaiz, si estamos aprovechando nuestra vida. La oración con la terminamos hoy lleva por título: “Si el mundo supiera el tesoro de la cruz”