P. Alfonso del Río. Hoy nos cuenta el P. Alfonso dos historias, la primera es de buen hombre que recibió la noticia de que Dios le iba a visitar. Muy agobiado por preparar su casa, pidio ayuda a todo el vencidario, pero solo una persona acudió en su ayuda. Después de todo el día trabajando dejaron la casa preciosa. Y ahora ¿cuando vendrá Dios? Se preguntó el buen hombre. Todo el día he estado contigo desde que pediste ayuda, dijo el vecino que había acudido.
La segunda historia es de un pais africano que, en medio de una revolución, expulso a todos los misioneros blancos, y con ellos se fue un paisano que acabo convirtiendose en misionero para poder ayudar a los suyos, pero cuando volvió a su pais nadie le reconoció, Era imposible que un negro fuese misonero, dijese la misa en su idioma, fuese tan pobre como ellos. Nunca consiguió que acudiesen a su misa.
Dios está siempre anuestro lado, pero nosotros no nos enteramos. Pasó en Nazaret y sigue pasando ahora. No acabamos de que este es el inconfundible estilo divino, enormes regalos en un pobre envoltorio.