P. Julián Lozano. Ayer celebrabamos la Pascua de los enfermos, y hoy nos cuenta el padre Julián el testimonio de una joven enfermera que vivió una situación extrema. En el hospital, donde ella trabajó, fue ingresada una persona que había querido quitarse la vida. Al ver, esta, que estaban intentando salvarla pidió que la dejasen morir. Este acontecimiento fue la base de su decisión, entrar en un convento y consagrarse a Dios, porque lo mejor que podía hacer por sus hermanos era entregarse a Cristo, para que El fuese la razón de vivir de todos los hermanos.