P. José Antonio Medina. Sufrir y llorar significa vivir, decía Dostoyevski. Cristo nos da una gran lección muriendo en la cruz, y es que la falta de dolor hace esteril la vida. Porque se puede sufrir de dos maneras, una pagana y otra cristiana, la primera prescinde de la fe en la vida eterna, en cambio la segunda, la cristiana, consiste en llevar los contratiempos desde el ejemplo de Jesús en el Calvario y el Huerto. En el fondo ¿qué son todos los sufrimientos comparados con lo que Dios nos tiene preparado en su Gloria. Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados. Señor, enseñame a sufrir para sepa estar al pie de la cruz como Tu Madre.