¿Somos capaces de prestar atención a lo que de verdad importa, o nos despistamos y no somos capaces de centrarnos en lo vital, en lo transcendente? Para ver como, a pesar de tener delante cosas preciosas, nos aburrimos y dejan importarnos, hoy escuchamos la anecdota del estreno de la opera de Mozart "Las bodas de Fígaro", a pesar de ser una obra de arte el emperador se aburrió en su estreno. Descubranos "el Tesoro" que es Cristo y no perdamos ni un instante despistados en tonterías.