Los fieles católicos que acudimos a las actividades que se tienen en la parroquia podemos sentir que no somos invisibles los unos para los otros, nos conocemos, tenemos un nombre, nos hablamos. Quizas mucha gente que va a misa con nosotros cada domingo se siente invisible. Todos los cristianos deberiamos ir siempre con la mano tendida para que el que nos necesite pueda vernos y pedirnos nuestra ayuda, Debemos ser visibles para nuestros vecinos