"Que el Dios de la alegría te colme de alegría y paz" ¿Puede haber un deseo mayor en la vida que estar colmados de felicidad? Estariamos dispuestos a todo con tal que conseguir esta sensación de estado de plenitud
1468 (cont.) -1469: Reconciliación y paz: Seguimos explicando los efectos de la Penitencia, profundizando en lo que enseña el n. 1468 (con el marginal 2305) sobre la reconciliación con Dios y la paz de la conciencia; recordamos al respecto testimonios de algunos famosos conversos. Y comenzamos el comentario del n. 1469.- Vida de S. Juan de la Cruz (43).
1468: Efectos del sacramento de la Penitencia: reconciliación con Dios y con la Iglesia, perdón de la pena eterna y disminución de la temporal, paz y consuelo espiritual, reconciliación consigo mismo, con los demás y con todo lo creado, restitución de los méritos perdidos, auxilio para no recaer en el pecado.... Comentando el n. 1468, nos fijamos en la reconciliación con Dios y la paz de la conciencia.- Vida de S. Juan de la Cruz (42).
Imitad a Jesús en la caridad, porque él reconoce como suyos sólo a los que conservan celosamente esta preciosa margarita; como decía San Pablo, es «vínculo de perfección». (Padre Pío)
En esta Pascua estamos invitados a volver a Galilea, a acercarnos a Cristo con fe, abriendo nuestros corazones a la paz, a la alegría y a la misión, pero no olvidemos las llagas de Jesús, porque de ellas brota su misericordia y también la paz, la alegría y la fuerza para la misión.
Comenzamos hoy el comentario a la larga carta de 27 de noviembre de 1935. Esta carta tiene tres grandes contenidos: El amor de Rafael a la Virgen María con la que cuenta para cualquier cosa que haga; la importancia del silencio en la Trapa y fuera de ella para escuchar a Dios; y como tercer contenido, el cansancio del mundo, el cansancio de tratar con las gentes, tanto que el único consuelo es el tiempo de oración a Dios, tanto delante del Sagrario como en la naturaleza. Como ejemplo de buscador de la hermosura de Dios nos pone a S. Juan de la Cruz.
Continuamos, en la segunda parte del programa, con el comentario de la carta. En esta parte es importante resaltar el deseo tremendo de amar a Dios en silencio, sin ruido, sin distracciones. El quiere volver al monasterio para estar siempre con Dios. Solo le sale, a la hora de escribir a su tía, hablar de Dios, porque Le tiene dentro de su corazón.
Lo último que comentamos es que el Hno. Rafael no sabe lo que le pasa, pero tiene una paz y una alegría inmensas que no puede ni contar. Terminamos orando con la oración “El Señor nos espera en el Sagrario".
"Que el Dios de la alegría te colme de alegría y paz" ¿Puede haber un deseo mayor en la vida que estar colmados de felicidad? Estariamos dispuestos a todo con tal que conseguir esta sensación de estado de plenitud
1468 (cont.) -1469: Reconciliación y paz: Seguimos explicando los efectos de la Penitencia, profundizando en lo que enseña el n. 1468 (con el marginal 2305) sobre la reconciliación con Dios y la paz de la conciencia; recordamos al respecto testimonios de algunos famosos conversos. Y comenzamos el comentario del n. 1469.- Vida de S. Juan de la Cruz (43).
1468: Efectos del sacramento de la Penitencia: reconciliación con Dios y con la Iglesia, perdón de la pena eterna y disminución de la temporal, paz y consuelo espiritual, reconciliación consigo mismo, con los demás y con todo lo creado, restitución de los méritos perdidos, auxilio para no recaer en el pecado.... Comentando el n. 1468, nos fijamos en la reconciliación con Dios y la paz de la conciencia.- Vida de S. Juan de la Cruz (42).
Imitad a Jesús en la caridad, porque él reconoce como suyos sólo a los que conservan celosamente esta preciosa margarita; como decía San Pablo, es «vínculo de perfección». (Padre Pío)
En esta Pascua estamos invitados a volver a Galilea, a acercarnos a Cristo con fe, abriendo nuestros corazones a la paz, a la alegría y a la misión, pero no olvidemos las llagas de Jesús, porque de ellas brota su misericordia y también la paz, la alegría y la fuerza para la misión.
Comenzamos hoy el comentario a la larga carta de 27 de noviembre de 1935. Esta carta tiene tres grandes contenidos: El amor de Rafael a la Virgen María con la que cuenta para cualquier cosa que haga; la importancia del silencio en la Trapa y fuera de ella para escuchar a Dios; y como tercer contenido, el cansancio del mundo, el cansancio de tratar con las gentes, tanto que el único consuelo es el tiempo de oración a Dios, tanto delante del Sagrario como en la naturaleza. Como ejemplo de buscador de la hermosura de Dios nos pone a S. Juan de la Cruz.
Continuamos, en la segunda parte del programa, con el comentario de la carta. En esta parte es importante resaltar el deseo tremendo de amar a Dios en silencio, sin ruido, sin distracciones. El quiere volver al monasterio para estar siempre con Dios. Solo le sale, a la hora de escribir a su tía, hablar de Dios, porque Le tiene dentro de su corazón.
Lo último que comentamos es que el Hno. Rafael no sabe lo que le pasa, pero tiene una paz y una alegría inmensas que no puede ni contar. Terminamos orando con la oración “El Señor nos espera en el Sagrario".
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