En el programa de hoy comentaremos la meditación de “Mi Cuaderno” de fecha 9 de diciembre de 1936 y de título “Como el ciervo desea corrientes de agua”. En esta meditación veremos como el Hno. Rafael suspira por la Vida Eterna, y es que en la vida monástica se vive para el encuentro definitivo con Dios en la muerte. La vida del contemplativo es como la luz del sagrario, quizás nadie se dé cuenta de su presencia, pero está siempre encendida, pegadita al Sagrario, acompañando al Señor, esperando el día en que dé más luz que el Sol. “…Tan alta vida espero que muero porque no muero”, diría Sta. Teresa a este respecto.
Ansias de Vida Eterna
Continuamos con el comentario a la meditación del 8 de diciembre de 1936, que podríamos titular como una autentica teología de la Cruz. Rafael escribe siempre mirando al crucifijo, desde la sinceridad, la soledad y el recogimiento, buscando consolar a quien lea sus escritos. Más adelante dice que todo lo que leamos y estudiemos debemos hacerlo desde la perspectiva de la Cruz, a los pies del crucificado y al lado de La Virgen.
En la segunda parte del programa veremos la meditación de fecha 9 de diciembre de 1936 y de título “Como el ciervo desea corrientes de agua”. En esta nos habla de las ansias de amar a Dios, ansias de Vida Eterna, porque en esta tierra hace mucho frio, y el alma llora por no estar en la Vida Eterna. ¿Qué importa todo en este mundo si estamos deseando conocer El Cielo?
En el programa de hoy comentaremos la meditación de “Mi Cuaderno” de fecha 9 de diciembre de 1936 y de título “Como el ciervo desea corrientes de agua”. En esta meditación veremos como el Hno. Rafael suspira por la Vida Eterna, y es que en la vida monástica se vive para el encuentro definitivo con Dios en la muerte. La vida del contemplativo es como la luz del sagrario, quizás nadie se dé cuenta de su presencia, pero está siempre encendida, pegadita al Sagrario, acompañando al Señor, esperando el día en que dé más luz que el Sol. “…Tan alta vida espero que muero porque no muero”, diría Sta. Teresa a este respecto.
Continuamos con el comentario a la meditación del 8 de diciembre de 1936, que podríamos titular como una autentica teología de la Cruz. Rafael escribe siempre mirando al crucifijo, desde la sinceridad, la soledad y el recogimiento, buscando consolar a quien lea sus escritos. Más adelante dice que todo lo que leamos y estudiemos debemos hacerlo desde la perspectiva de la Cruz, a los pies del crucificado y al lado de La Virgen.
En la segunda parte del programa veremos la meditación de fecha 9 de diciembre de 1936 y de título “Como el ciervo desea corrientes de agua”. En esta nos habla de las ansias de amar a Dios, ansias de Vida Eterna, porque en esta tierra hace mucho frio, y el alma llora por no estar en la Vida Eterna. ¿Qué importa todo en este mundo si estamos deseando conocer El Cielo?
