1.) Domingo XXXIII Semana de Tiempo Ordinario ciclo "B";
2.) Lecturas: Dn 12, 1-3 «Entonces se salvará tu pueblo»; Sal 15, 5.8-11 «Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti»; Hb 10, 11-14.18 «Con una sola ofrendo ha perfeccionado definitivamente a los que van siendo santificados»;
3.) Evangelio: Mc 13, 24-32 «Reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos».
Anuncio de la venida del Hijo del Hombre
1.) Viernes XXXII Semana de Tiempo Ordinario. San Alberto Magno, ob dc (Memoria Libre);
2.) Lecturas: 2 Jn 4-9 «Quien permanece en la doctrina, este posee al Padre y al Hijo»; Sal 118, 1-2.10-11.17-18 «Dichoso el que camina en la ley del Señor»;
3.) Evangelio: Lc 17, 26-37 «El día que se revele el Hijo del hombre».
Antes de abandonar definitivamente el templo, Jesús quiere que los discípulos graben en su memoria la lección que les va a dar. Una pobre viuda que se acerca temblorosa al templo es la que ofrece el mejor ejemplo de lo que quiere enseñarles. Las dos pequeñas monedas que esta mujer echa en el arca de las ofrendas llevan el sello de ese don total que exige el primer mandamiento y que reclama todo verdadero acto de culto. Lo que cuenta es un corazón generoso, desprendido y confiado, ya que Dios no se fija tanto en lo que damos, sino en lo que nos reservamos para nosotros. Las palabras de Jesús que siguen, conocidas como el “discurso escatológico”, animan a los suyos a la fidelidad, al coraje y a la vigilancia en el presente, subrayando el futuro que les aguarda.
1) Reflexiones sobre el texto de San Lucas que narra el pasaje de la Anunciación de María. 2) Meditación sobre el versículo 35, capítulo I, de San Lucas. 3) La mirada de María como madre de los cristianos.
1.) Domingo XXXIII Semana de Tiempo Ordinario ciclo "B";
2.) Lecturas: Dn 12, 1-3 «Entonces se salvará tu pueblo»; Sal 15, 5.8-11 «Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti»; Hb 10, 11-14.18 «Con una sola ofrendo ha perfeccionado definitivamente a los que van siendo santificados»;
3.) Evangelio: Mc 13, 24-32 «Reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos».
1.) Viernes XXXII Semana de Tiempo Ordinario. San Alberto Magno, ob dc (Memoria Libre);
2.) Lecturas: 2 Jn 4-9 «Quien permanece en la doctrina, este posee al Padre y al Hijo»; Sal 118, 1-2.10-11.17-18 «Dichoso el que camina en la ley del Señor»;
3.) Evangelio: Lc 17, 26-37 «El día que se revele el Hijo del hombre».
Antes de abandonar definitivamente el templo, Jesús quiere que los discípulos graben en su memoria la lección que les va a dar. Una pobre viuda que se acerca temblorosa al templo es la que ofrece el mejor ejemplo de lo que quiere enseñarles. Las dos pequeñas monedas que esta mujer echa en el arca de las ofrendas llevan el sello de ese don total que exige el primer mandamiento y que reclama todo verdadero acto de culto. Lo que cuenta es un corazón generoso, desprendido y confiado, ya que Dios no se fija tanto en lo que damos, sino en lo que nos reservamos para nosotros. Las palabras de Jesús que siguen, conocidas como el “discurso escatológico”, animan a los suyos a la fidelidad, al coraje y a la vigilancia en el presente, subrayando el futuro que les aguarda.
1) Reflexiones sobre el texto de San Lucas que narra el pasaje de la Anunciación de María. 2) Meditación sobre el versículo 35, capítulo I, de San Lucas. 3) La mirada de María como madre de los cristianos.