Mediocridad

Clásicos de Espiritualidad: Introducción a la vida devota 12/10/23

En el programa anterior se acabó de leer las meditaciones que San Francisco Sales compuso para afianzar el deseo de seguir una vida devota. Seguidamente a estas meditaciones nos aconseja realizar una confesión general con humidad y con confianza en la misericordia de Dios. Insiste, después, en cómo nos afecta el pecado venial. Somos humanos y es fácil cometer pecados veniales, lo importante es levantarse enseguida después de caer en ellos, lo verdaderamente es acostumbrarnos y vivir con ellos, lo que dice San Francisco de Sales: tener afecto o apego al pecado venial, en este caso no puede realizarse la unión con Dios, sería vivir la vida cristiana de forma mediocre.

Una luz en tu vida (P. José Antonio Medina) 29/07/21

"Sed perfectos como el Padre de los cielos es perfecto", nos dice Jesús. Sed perfectos como el Padre, que amó tanto al mundo que entregó a su Hijo para salvarlo. Entonces, ¿cómo puedo seguir viviendo en la mediocridad y la rutina? Tengamos hambre y sed de Justicia, como también nos dice Cristo, hambre para acercarnos a las altas cumbres de la santidad.

Clásicos de Espiritualidad: Introducción a la vida devota 12/10/23

En el programa anterior se acabó de leer las meditaciones que San Francisco Sales compuso para afianzar el deseo de seguir una vida devota. Seguidamente a estas meditaciones nos aconseja realizar una confesión general con humidad y con confianza en la misericordia de Dios. Insiste, después, en cómo nos afecta el pecado venial. Somos humanos y es fácil cometer pecados veniales, lo importante es levantarse enseguida después de caer en ellos, lo verdaderamente es acostumbrarnos y vivir con ellos, lo que dice San Francisco de Sales: tener afecto o apego al pecado venial, en este caso no puede realizarse la unión con Dios, sería vivir la vida cristiana de forma mediocre.

Una luz en tu vida (P. José Antonio Medina) 29/07/21

"Sed perfectos como el Padre de los cielos es perfecto", nos dice Jesús. Sed perfectos como el Padre, que amó tanto al mundo que entregó a su Hijo para salvarlo. Entonces, ¿cómo puedo seguir viviendo en la mediocridad y la rutina? Tengamos hambre y sed de Justicia, como también nos dice Cristo, hambre para acercarnos a las altas cumbres de la santidad.