1452 (cont.): La contrición perfecta: Seguimos comentando el n. 1452 (con el marginal 1822), que nos habla de la “contrición perfecta” o “de caridad”, un arrepentimiento que brota del amor de benevolencia a Dios sobre todas las cosas (“por ser Vos quien sois, bondad infinita”). Esta contrición perdona las faltas veniales, y también los pecados mortales si incluye el propósito firme de confesarse.- Vida de S. Juan de la Cruz (17).
Seguimos comentando el n. 1451 (con el marginal 431), y señalamos las características que debe tener la contrición: verdadera, sobrenatural, apreciativamente máxima; incluye el dolor espiritual de todos los pecados graves, detestación de los mismos como ofensa a Dios, propósito firme, eficaz y universal de no pecar, y propósito de confesarse. Y comenzamos el comentario del 1452, que nos habla de la contrición perfecta o de caridad.- Vida de S. Juan de la Cruz (16).
1450-1451: Los actos del penitente; el primero, la contrición: Comentamos el n. 1450, que sintetiza los actos del penitente con una frase del Catecismo Romano: “en su corazón, contrición; en la boca, confesión; en la obra, toda humildad y fructífera satisfacción”. Y pasamos al 1451, que describe la contrición con palabras del Concilio de Trento: “un dolor del alma y una detestación del pecado cometido con la resolución de no volver a pecar”.- Vida de S. Juan de la Cruz (15).
1448 (cont.): Comparación entre la práctica actual y la antigua del sacramento de la Penitencia, lo cual nos permite analizar los elementos fundamentales del mismo, que, aunque con diferencias en el orden y forma de su administración, siempre han estado presentes.- Vida de S. Juan de la Cruz (13).
1447: Historia del sacramento de la Penitencia: El n. 1447 resume la evolución histórica de las formas en que la Iglesia ha ejercido el poder de perdonar los pecados que le concedió el Señor: penitencia canónica de la Iglesia antigua, penitencia tarifada de los monjes irlandeses, y evolución posterior hasta nuestros días.- Vida de S. Juan de la Cruz (10)
1447 (cont.)-1448: Lo esencial inmutable y lo variable en las formas de administración de la Penitencia: Concluimos la exposición de la evolución histórica del sacramento de la Reconciliación que resume el n. 1447, y pasamos al n. 1448, que, a través de los cambios en la celebración del sacramento, descubre una misma estructura fundamental: los actos del hombre, bajo la acción del Espíritu Santo, y la acción de Dios por ministerio de la Iglesia.- Vida de S. Juan de la Cruz (12).
1447 (cont.): De la antigua penitencia canónica a la penitencia privada de origen monástico: Seguimos comentando el n. 1447, viendo las ventajas e inconvenientes de la penitencia de la Iglesia antigua y su evolución hacia la penitencia tarifada de los monjes irlandeses, que se fue imponiendo progresivamente.- Vida de S. Juan de la Cruz (11).
1446: Esencia del sacramento del perdón: El n. 1446 (con los marginales 979, 1856 y 1990) resume lo visto hasta ahora para darnos una especie de definición descriptiva de este sacramento, instituido por Cristo para el perdón de los pecados cometidos después del Bautismo, como una “segunda tabla de salvación” para convertirse, recuperar la justificación y amistad con Dios, y la reconciliación con la Iglesia.- Vida de S. Juan de la Cruz (9)
1426-1427: Debilidad, concupiscencia y conversión: El n. 1426 (con los marginales 405 y 1264) nos explica que la vida nueva recibida en la iniciación cristiana no suprime la fragilidad de la naturaleza humana ni la inclinación al pecado o concupiscencia, que permanece en los bautizados para que sirva como ocasión de maduración en la lucha por la conversión y la santidad. Y comenzamos el comentario al n. 1427, sobre la llamada que hacía Jesús a la conversión.
- Familia de Sta. Teresita (84).
-
(489-490) CREO EN JESUCRISTO, HIJO ÚNICO DE DIOS. '...CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO, NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN'. ...Nacido de la Virgen María. María en el Nuevo Testamento (4). La Inmaculada Concepción (1).
1425: Bautismo y perdón de los pecados: El n. 1425 (con los marginales 1263 y 2838) nos recuerda la grandeza del don de Dios recibido en los sacramentos de iniciación, y cómo el Bautismo perdona todos los pecados; pero también nos enseña que, aun después de recibir esos sacramentos, seguimos cometiendo pecados por los que Jesús nos enseñó a pedir perdón en el Padrenuestro.- Familia de Sta. Teresita (83).
1452 (cont.): La contrición perfecta: Seguimos comentando el n. 1452 (con el marginal 1822), que nos habla de la “contrición perfecta” o “de caridad”, un arrepentimiento que brota del amor de benevolencia a Dios sobre todas las cosas (“por ser Vos quien sois, bondad infinita”). Esta contrición perdona las faltas veniales, y también los pecados mortales si incluye el propósito firme de confesarse.- Vida de S. Juan de la Cruz (17).
Seguimos comentando el n. 1451 (con el marginal 431), y señalamos las características que debe tener la contrición: verdadera, sobrenatural, apreciativamente máxima; incluye el dolor espiritual de todos los pecados graves, detestación de los mismos como ofensa a Dios, propósito firme, eficaz y universal de no pecar, y propósito de confesarse. Y comenzamos el comentario del 1452, que nos habla de la contrición perfecta o de caridad.- Vida de S. Juan de la Cruz (16).
1450-1451: Los actos del penitente; el primero, la contrición: Comentamos el n. 1450, que sintetiza los actos del penitente con una frase del Catecismo Romano: “en su corazón, contrición; en la boca, confesión; en la obra, toda humildad y fructífera satisfacción”. Y pasamos al 1451, que describe la contrición con palabras del Concilio de Trento: “un dolor del alma y una detestación del pecado cometido con la resolución de no volver a pecar”.- Vida de S. Juan de la Cruz (15).
1448 (cont.): Comparación entre la práctica actual y la antigua del sacramento de la Penitencia, lo cual nos permite analizar los elementos fundamentales del mismo, que, aunque con diferencias en el orden y forma de su administración, siempre han estado presentes.- Vida de S. Juan de la Cruz (13).
1447: Historia del sacramento de la Penitencia: El n. 1447 resume la evolución histórica de las formas en que la Iglesia ha ejercido el poder de perdonar los pecados que le concedió el Señor: penitencia canónica de la Iglesia antigua, penitencia tarifada de los monjes irlandeses, y evolución posterior hasta nuestros días.- Vida de S. Juan de la Cruz (10)
1447 (cont.)-1448: Lo esencial inmutable y lo variable en las formas de administración de la Penitencia: Concluimos la exposición de la evolución histórica del sacramento de la Reconciliación que resume el n. 1447, y pasamos al n. 1448, que, a través de los cambios en la celebración del sacramento, descubre una misma estructura fundamental: los actos del hombre, bajo la acción del Espíritu Santo, y la acción de Dios por ministerio de la Iglesia.- Vida de S. Juan de la Cruz (12).
1447 (cont.): De la antigua penitencia canónica a la penitencia privada de origen monástico: Seguimos comentando el n. 1447, viendo las ventajas e inconvenientes de la penitencia de la Iglesia antigua y su evolución hacia la penitencia tarifada de los monjes irlandeses, que se fue imponiendo progresivamente.- Vida de S. Juan de la Cruz (11).
1446: Esencia del sacramento del perdón: El n. 1446 (con los marginales 979, 1856 y 1990) resume lo visto hasta ahora para darnos una especie de definición descriptiva de este sacramento, instituido por Cristo para el perdón de los pecados cometidos después del Bautismo, como una “segunda tabla de salvación” para convertirse, recuperar la justificación y amistad con Dios, y la reconciliación con la Iglesia.- Vida de S. Juan de la Cruz (9)
1426-1427: Debilidad, concupiscencia y conversión: El n. 1426 (con los marginales 405 y 1264) nos explica que la vida nueva recibida en la iniciación cristiana no suprime la fragilidad de la naturaleza humana ni la inclinación al pecado o concupiscencia, que permanece en los bautizados para que sirva como ocasión de maduración en la lucha por la conversión y la santidad. Y comenzamos el comentario al n. 1427, sobre la llamada que hacía Jesús a la conversión.
- Familia de Sta. Teresita (84).
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(489-490) CREO EN JESUCRISTO, HIJO ÚNICO DE DIOS. '...CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO, NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN'. ...Nacido de la Virgen María. María en el Nuevo Testamento (4). La Inmaculada Concepción (1).
1425: Bautismo y perdón de los pecados: El n. 1425 (con los marginales 1263 y 2838) nos recuerda la grandeza del don de Dios recibido en los sacramentos de iniciación, y cómo el Bautismo perdona todos los pecados; pero también nos enseña que, aun después de recibir esos sacramentos, seguimos cometiendo pecados por los que Jesús nos enseñó a pedir perdón en el Padrenuestro.- Familia de Sta. Teresita (83).
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