Si hay algo que nos da seguridad plena a quienes tenemos fe fundamentada en la palabra de Jesús, y en quienes nos la transmitieron, es que tomamos nuestra cruz, vicisitudes o alegría de cada día y seguimos a Jesús con total confianza, porque es el mismo redentor de nuestros pecados quién nos guía, y como Él es luz, vemos con toda claridad a dónde nos lleva.
No perdamos la confianza en Jesús, y ofrezcamos a Dios frutos de conversión, porque como bien, Él mismo, nos dirá, la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil.